Previsión Universitaria

Hace unos años, después de una exposición de dibujos de niños, mi hija ganó uno de los premios. A los pocos días llegó a casa un señor, en nombre de Previsión Universítaria, para entregarle su premio, el cual consistía en que yo me afiliase a su asociación abonando solamente parte de la cuota inicial (la otra parte era el premio) y pagando una pequeña cantidad durante los años de enseñanza primaria. Una vez acabada ésta, si la niña quería hacer una carrera universitaria, ellos se hacían cargo de los gastos que ello ocasionara hasta que la niña acabase la carrera escogida.Me pareció una buena idea, así que firmé un contrato con ellos, comenzando a pagar religiosamente durante cuatro años, hasta que vi muy claro lo que era la citada asociación; entonces decidí darme de baja, enviando una carta en la que solicitaba me devolvieran el dinero abonado durante ese tiempo, sin los intereses que hubiera producido, tal y como se estableció en una cláusula del contrato.

Pues bien, Previsión Universitaria, como se llama la asociación, no me devolvió el dinero en el plazo que decía el contrato, y después de varias visitas a sus oficinas, sitas en la calle de Lagasca, 122, 4º, F, y muy buenas palabras por parte del director, don Jesús Gaspar, al final, después de un año de idas y venidas, me lo abonaron en un cheque sin fondos, y más tarde, también con otro cheque sin fondos. Tienen el teléfono cortado y su horario de oficina es muy raro, pues muy pocas veces están.

¿No cree usted, señor director, que esta asociación no juega muy limpio con sus asociados?

Desearía que fuera publicada esta carta para que todas las personas que se encontrasen en un caso como el mío pudieran recuperar su dinero, que tanto trabajo cuesta ganarlo./