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El POUP polaco, acusa a Solidaridad de querer hacerse con el poder

El sindicato independiente polaco Solidaridad, se ha sometido a las exigencias gubernamentales de mantener la "paz social" a través de un llamamiento lanzado ayer por su presidencia (KKP), en Gdansk, a todos los militantes solicitando que no desencadenen huelgas y manifestaciones en protesta por la penuria alimenticia.Sin embargo, una vez finalizadas las respectivas cumbres de Solidaridad y del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), en Varsovia, el desacuerdo entre ambas fuerzas sigue siendo evidente.El KKP difundió ayer un comunicado en el que rechaza punto por punto las acusaciones formuladas contra Solidaridad por el Gobierno. Por su parte, el miembro del Buró Político del POUP, Kazimierz Barcikowski, leyó en la clausura del 2º pleno de su comité central un, informe extremadamente duro en el que acusó al sindicato de querer "hacerse progresivamente con el poder", lo que el partido no consentiría jamás. También otras intervenciones, en el mencionado pleno, resaltaron la posibilidad de que las autoridades cancelasen la política de distensión y diálogo mantenida hastabl momento con Solidaridad.

El primer secretario del POUP, Stanislaw Kania, se entrevistó ayer con el primado de Polonia, arzobispo Jozef Glemp. En el curso del encuentro, Glemp señaló que "la Iglesia, fiel a su misión religiosa y moral, hará todo lo que esté en su poder para eludir los peligros que se ciernen sobre Polonia". Kania, por su parte, expuso' al arzobispo las principales líneas del programa de estabilización soqial adoptado en el noveno congreso del POCP, así como "el gran peligro que amenaza a la nación y a su independencia".

Los dos interlocutores, según la agencia polaca Pap, han señalado de común acuerdo que "Polonia necesita, hoy más que nunca, de concordia nacional, de paz social, de sacrificios en el trabajo y de una buena gestión" de los asuntos nacionales.

En la resolución publicada por los sindicalistas se estima que el Gobierno "trata de explotar el descontento popular para desmantelar Solidaridad", y se justifican diciendo que las actividades de la organización obrera "no sobrepasaron nunca sus estatutos, la Constitución y las leyes". Respécto a las manifestaciones, la presidencia de Solidaridad considera que son "reflejo del descontento popular" y no están provocadas.

Tal vez los párrafos más duros se refieren a la crisis económica. El KKP elude cualquier responsabilidad en esta crisis, haciendo responsable al Gobierno "que representa a las mismas fuerzas políticas que desde decenios rigen el Estado"; si bien argumenta que "no quiere decir que los actuales gobernantes no estén empeñados en salir de la crisis".

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