Los norteamericanos, en tren
Como consecuencia de la entrada en su tercer día de la huelga de controladores aéreos estadounidenses, desafiando el ultimátum dado por el presidente Reagan, los norteamericanos no han tenido más remedio que acudir al tren para viajar. Las colas de nuevos clientes del tren han sido numerosas, como lo demuestra el aspecto que ofrecía ayer la estación de Pensilvanya, en el centro de Nueva York. Por otro lado, el, presidente Reagan extendió ayer por cuatro horas el plazo dado a los huelguistas, en un intento por llegar a un acuerdo de última hora con sus representantes. Terminado este último plazo, la Administración estadounidense comenzó anoche a enviar las primeras cartas de despido a los controladores en huelga que no se incorporaron a sus puestos de trabajo.
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