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Numerosas irregularidades en los procesos por los disturbios de Casablanca

Unas 2.000 personas han sido juzgadas en los últimos treinta días en Marruecos y condenadas a duras penas de prisión, después de la huelga general del pasado 20 de junio, convocada por la central sindical socialista CDT, y que en Casablanca degeneró en disturbios, reprimidos a sangre y fuego. Los juicios han estado plagados de irregularidades y coacciones, según la defensa.Entre los condenados en las diferentes provincias del reino se encuentra la mayor parte de los cuadros sindicales y políticos socialistas, así como militantes comunistas miembros del sindicato nacional de pequeños comerciantes e incluso asociados del partido Istiqlal.

Durante estos treinta días, a las puertas de los tribunales de las diferentes provincias se ha congregado un numeroso público de curiosos y familiares angustiados, que esperan la satisfacción de ver entre los detenidos a algunos de los suyos, señal inequívoca de que permanecen con vida.

A las diez de la mañana, habitualmente, los coches celulares depositaban, en medio de un gran aparato policial, su carga humana de hombres con los cráneos afeitados, las manos esposadas, ya trabajados por la prolongada detención preventiva y disminuidos probablemente como consecuencia del trato recibido.

La mayor parte de la abogacía marroquí se ha constituido, sin embargo, en defensa voluntaria de los acusados. Unos cien abogados asisten a los acusados en Rabat.

Otros tantos defensores se ocupan del caso de los sindicalistas socialistas de Casablanca, que aún no han sido juzgados, y entre los que se encuentra Nubir el Amaui, secretario general de la central sindical socialista.

Se cree en Rabat que la celebración del citado juicio la prolonga deliberadamente el ministerio fiscal, y que el Gobierno tal vez desearía utilizar la suerte de estos detenidos para llevar a los socialistas a un compromiso político y obligarles a permanecer en el Parlamento, y apoyar la posición adoptada por el rey Hassan Il en Nairobi sobre el Sahara.

Los abogados defensores han señalado incontables irregularidades en los juicios, que han consistido, fundamentalmente, en coacción y violencia para arrancar confesiones, inobservancia de las disposiciones vigentes en cuanto a plazo de la detención preventiva, derecho a la defensa, falsedad en las acusaciones y abuso de poder de la acusación.

El caso más patente de estas violaciones es el que afecta al decano del Colegio de Abogados de Agadir, Taieb Sassi, detenido en su domicilio el pasado 10 de julio y trasladado a quinientos kilómetros de distancia, a Casablanca, para verificación de identidad, mantenido seis días hasta que fue devuelto a la prisión de Agadir, completamente aislado y sin que se hubiese comunicado su paradero a su familia, y mucho menos sin que se hubiese informado de su detención al Colegio de Abogados de Agadir, como es preceptivo, dado el rango de Taieb Sassi.

Seis días después de su detención, Taieb Sassi fue presentado ante el fiscal con señales de violencia en el rostro y en el cuello, según testimonio periodístico.

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