El Parlamento polaco discute la crítica situación económica por la que atraviesa el país

La crítica situación económica en Polonia es el tema central de la 15ª sesión plenaria del Parlamento polaco que ayer se abrió en Varsovia con la presencia del jefe del Estado, el primer secretario del partido y el primer ministro. Mientras los diputados discutían sobre la crisis, miles de amas de casa se manifestaban el Lodz en la segunda Marcha del Hambre de la Polonia popular.Descentralización de la gestión, reforma económica en función de las leyes del mercado y prudencia en la política a seguir con los precios fueron los temas centrales de la mayoría de las intervenciones de los diputados.

"La gente está cansada por la lucha que todos los días ha de mantener para conseguir las provisiones alimenticias básicas", proclamó un diputado del Partido Campesino de Gdansk.

Por lo que se refiere a las fuertes alzas de precios que se anuncian, otro diputado afirmó que había que abordar este "espinoso problema" con "prudencia" en razón de las "experiencias negativas" de 1970 (disturbios en los puertos del Báltico) y 1976 (huelgas en diversas ciudades).

Los diputados propuganaron que estas alzas de precios sean "ampliamente consultadas" con la población y que se inserten en el cuadro de la reforma económica, lo que supone un acercamiento a las tesis de Solidaridad, sindicato para el que los aumentos deben ser "el último elemento" de la reorganización de las estructuras de gestión del país.

Para los parlamentarios, la reforma económica debe ser "clara, lógica y comprensible" por todos, producir una "profunda descentralización" de la Administración y "tener en cuenta las leyes del mercado".

El pleno también se ocupará hoy de la nueva ley sobre la censura, que ha provocado serias discrepancias entre el Gobierno y Solidaridad.

Al comenzar la sesión de ayer se anunció que dieciséis diputados, algunos de los cuales fueron expulsados recientemente del partido comunista, habían presentado su dimisión.

Miles de mujeres, con sus hijos de la mano, se manifestaron ayer en Lodz, segunda ciudad del país, contra una escasez de alimentos que, conforme pasan los días, adquiere caracteres de catástrofe nacional.

Marcha del hambre

Las manifestantes iban precedidas por una gran pancarta con sólo dos palabras: "Hambre", aunque las consignas que se repitieron durante los cuatro kilómetros del trayecto denotaban angustia y a veces eran amenazadoras. "Dad de comer a nuestro hijos", "Hambrientos de todos los píses, uníos", "Un pueblo hambriento, ¿es ese el objetivo del socialismo?" o "Cuidado, un pueblo hambriento puede devorar a sus gobernantes" eran gritos acogidos con aplausos por los miles de personas que seguían la manifestación desde las aceras.Para hacer frente a la escasez, la República Federal de Alemania ha enviado a Polonia provisiones por valor de unos 40.000 millones de pesetas.