Berlinguer critica profundamente a los partidos políticos italianos

"Los partidos son hoy en Italia máquinas de poder y de clientelas: no conocen la vida de la gente y de la sociedad. Han ocupado el espacio del Estado; no tienen ideas ni programas; les faltan ideales y pasión política". Lo ha afirmado ayer Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista italiano (PCI), que es la segunda fuerza parlamentaria después de la Democracia Cristiana.

Según el líder comunista, que ha concedido al director de Repubblica una entrevista de 10.000 palabras, "esta degeneración de los partidos es el origen de los males que afligen a Italia". Afirma también que no será posible una profunda renovación si los socialistas, contrariamente a lo que ha hecho Mitterrand en Francia, siguen intentando crecer "contra los comunistas", aliándose con "la parte más conservadora de la Democracia Cristiana".

El PCI atravesó un mal momento en 1979

Berlinguer confiesa que su partido estuvo a punto de sufrir una grave derrota en 1979 y reconoce que se había equivocado cuando pensaba que la Democracia Cristiana se iba a renovar profundamente. Por eso, ahora que los comunistas se han dado cuenta del error, "hemos puesto contra la pared a este partido", que ya no produce ni hombres ni ideas nuevas, y que, según Berlinguer, ha sido abandonado hasta por la jerarquía eclesiástica.Por lo que se refiere al eurocomunismo, Berlinguer afirma que es lo que los socialistas franceses llaman el tercer camino. Cuando el director de Repubblica, Scalfari, le pregunta si se puede decir que el Partido Comunista italiano es "un partido socialista serio", Berlinguer responde: "Sí, en el sentido que deseamos construir con seriedad el socialismo".

Y analizando el concepto de socialismo serio, el líder comunista afirma: "Para nosotros, socialismo serio significa comprender y analizar las razones históricas ideales y políticas que nos han llevado a la estrategia del eurocomunismo, que es el terreno en el que puede existir una colaboración y un acercamiento entre comunistas y socialistas".

A la pregunta sobre si el Partido Comunista italiano llegará a un método de votación democrática tan abierto como el que se ha usado en el partido comunista polaco, Berlinguer respondió: "No lo excluyo y pienso que se podrá discutir sobre el tema. Ya ahora, no pocas veces, para elegir los órganos dirigentes de nuestras organizaciones se usa el voto secreto".