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Enérgicas medidas para mantener el orden público en Gran Bretaña

Andrés Ortega

Si es necesario, se utilizarán campamentos militares para internar a los alborotadores condenados estos días a penas de encarcelamiento, ha señalado el ministro británico del Interior, William Whitelaw. La policía será autorizada a emplear cañones de agua, balas de goma, gases lacrimógenos y vehículos blindados..Whitelaw explicó estas medidas en la noche del lunes a un grupo de diputados conservadores. La oposición ha reaccionado con vigor y exige una declaración formal en el Parlamento, que seguramente se producirá el jueves. El líder laborista Michael Foot criticó ayer los métodos para hacer frente a la actual situación de violencia callejera en Gran Bretaña.

Aunque los disturbios prosiguen esporádicamente en diversas ciudades británicas -ayer por la mañana en Leicester, Derby y Liverpool-, la violencia está decreciendo, mientras cientos de los arrestados comparecen ante los tribunales. Las cárceles británicas, con 44.600 presos la semana pasada, estaban rebosantes, pero Whitelaw no quiere que los jueces dejen por esta tazón de dictar sentencias de encarcelamiento.

Las medidas han sido acogidas con cautela en medios policiales. Serán los propios policías los que tendrán que decidir si utilizan los cañones de agua o las tanquetas blindadas, que ya circulan desde hace tiempo por el Ulster. Por priinera vez en la historia reciente británica, la policía será coordinada desde un centro de Scotland Yard en Londres, que servirá para recomendar medidas y organizar a los refuerzos y reservas, sin tener mando sobre las operaciones.

La medida que resulta más polémica es la posible creación de fuerzas de choque para arrestar a los líderes de los alborotadores. El Ministerio británico del Interior está estudiando los métodos de las CRS francesas, compañías organizadas en grupos de doscientos hombres y estacionadas en las principales ciudades. Pero Jim Jardine, presidente de la federación de policías, no quiere una fuerza la la francesa" y pretende conservar al bobby (policía) británico en su papel tradicional. Quedan, sin embargo, pocas dudas de que los acontecimientos de estos últimos días van a hacer cambiar la esencia de este bobby.

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