Mobil y Texaco hacen ofertas paralelas por Conoco

Los medios financleros norteamericanos están viviendo una de las batallas comerciales más importantes de la historla, con las ofertas y contraofertas de grandes sociedades para la compra de la novena multinacional del sector energético americano, la firma Conoco.Primero se anunció la oferta de compra por parte de la multinacional Du Pont, especiallzada en el sector quírmico, con la propuesta de 87,50 dólares por acción para la compra del 40% de las acciones de Conoco. Cuando todo parecía resuelto saltó al mercado durante el pasado fin de semana la oferta, con mejores condiciones, por parte de la firma canadiense especializada en la producción de alcoholes Seagram.

Coinciden ahora sobre la operación las principales multinacionales petroleras estadounidenses, con los anuncios de compra de Conoco presentados por la sociedad Mobil, segunda en importancia en EE UU tras la firma Exxon. También se citan, sin confirmar, las ofertas por parte de Texaco y Standar Oil of California.

El vals de miles de millones de dólares (que podría superar los 10.000 si las negociaciones llegan a buen puerto) es seguido con atención por la Administración política del presidente Ronald Reagan. En especial por parte de los responsables de velar por el respeto de la legislación antimonopolios. Aunque medios financieros destacan que, en realidad, el apetito de los grandes por Conoco ilustra el cambio de orientación de la nueva Administración republicana, más abierta al mundo de los negocios y menos puntillosa que la anterior, dirigida por el presidente Carter, en materia de monopolios.

Conoco cuenta con la reputación reconocida por sus competidores, algunos hoy convertidos en sus compradores, de ser una sociedad con excelente gestión y enormes reservas en petróleo, gas natural y carbón. Conoco produce 240.000 barriles diarios de petróleo y cuenta con 14.000 millones de toneladas de reservas de carbón.

El interés de Mobil por Conoco, en una operación financiera avalada por el Citibank, estaría centrada en contar, cara al siglo XXI, con importantes reservas de carbón, consideradas como vitales para la posible fabricación de petróleo sintético cuando disminuyan las reservas mundiales de petróleo y gas natural.