Euskadi y el informe Foessa
Una lectura apresurada, y posiblemente interesada, de algunos extractos referidos a Euskadi del último informe Foessa ha provocado una fuerte reacción de determinados poderes fácticos. La urgente publicación de la nota de los gobernadores civiles de Vizcaya, Alava y Guipúzcoa es un signo revelador.No hay que engañarse. La palabra tabú ha sido la de «independencia», sobre todo, según el citado informe, cuando es un sentimiento y una opción que desea una parte de la población, aunque más o menos el mismo número rechaza la idea.
Aclaramos que, no hemos leído completo el informe Foessa y no conocemos la batería de preguntas sobre esa cuestión concreta. Pero sí conviene recordar que desde Euskadi muchos tenemos la impresión que en Madrid han identificado los conceptos de «independencia», «violencia» y ETA, como si todo estuviera unido. en un bloque inseparable y monolítico.
¿Por qué esta reacción tan simplista ante unos extractos del informe Foessa? Lo decíamos al principio. Han existido lecturas interesadas que subrayan que Euskadi no tiene ninguna solución política y que la única salida posible viene de la mano de una intervención militar. Pero conviene advertir a tan notables estrategas que si creen al pie de la letra los datos del informe Foessa las medidas de los seguidores de Pinochet en Chile iban a ser ridículas frente a las que tendrían que utilizar los que ocuparan Euskadi. No hay que olvidar que el sentimiento nacional vasco en este país no sólo es intenso, sino amplio. Implantar de nuevo una dictadura sí lo quieren hacer, será un costoso, sangriento y grave error histórico.(...)
(...) Los avances del informe Foessa tienen a nivel vasco una segunda reflexión. Euskadi es un problema de Estado. ( ... )
Aunque los datos del informe son del año 1979, la imagen de los partidos estatales en Euskadi se ha deteriorado más y más. Guste o no, el nacionalismo vasco democrático se convierte así en una pieza clave para dar soluciones positivas a este país. Quizá la lectura de algunos datos del informe obligue al Gobierno de Madrid y al primer partido de la oposición a repensar su estrategia en Euskadi. Si el nacionalismo vasco es asfixiado porque el Gobierno de Madrid se empeña en no llenar de contenidos el Estatuto de Guernica, ¿qué fuerza política cogerá el testigo para ejercer la responsabilidad del poder? No serán los estatalistas que, además de ser numéricamente Pocos, carecen de credibilidad en amplios sectores. Este es un dato que deben reflexionar los equipos de UCD y PSOE. También debe ser motivo de mediación para el propio nacionalismo, aunque en su gestión no reciba por parte del resto de las fuerzas una colaboración leal. La cumbre autonómica estatal, con los informes Enterría al fondo, es un golpe bajo al Estatuto de Guernica. Los altos niveles de independentismo apuntados por Foessa están también en relación directa, con esos errores centralistas. (...)
9 de julio
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