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Quinto intento de la Generalidad para lograr un marco catalán de relaciones laborales

El próximo viernes, la Consejería de Trabajo de la Generalidad de Cataluña dará a conocer un extenso documento que viene a constituir su quinto intento de creación de un marco catalán de relaciones laborales.

Los anteriores fracasaron debido a la oposición de la principal asociación empresarial catalana «Fomento del Trabajo Nacional». En esta ocasión, la Generalidad formulará una propuesta concreta de emisión de deuda pública por valor de 10.000 millones de pesetas, destinados a luchar contra el paro.La Generalidad ha decidido soslayar la oposición patronal mediante un cambio de política en la que abandona parcialmente la búsqueda de la concertación social y asimismo toda exigencia de compromiso por parte de los empresarios catalanes. La nueva política consistirá esencialmente en compromisos de la propia Administración autonómica.

Desde la llegada de Jordi Pujol a la presidencia de la Generalidad, la búsqueda de una concertación social en Cataluña fue un objetivo prioritario de la institución autonómica, susceptible de suplir la imposibilidad estatutaria de legislar en materia laboral. El fin último de la política de Jordi Pujol en este campo es el lograr la adhesión al proyecto autonómico catalán de los trabajadores procedentes de otras zonas de España.

Los sucesivos planes de la Generalidad han ido perdiendo en ambición en la medida en que el rechazo empresarial permanecía invariable.

La firma del «Acuerdo Nacional sobre Empleo» (ANE) inicialmente acogida con reticencia por la Generalidad, (debido a que ésta no fue consultada, pese a ser titular de competencias en los temas entonces debatidos) ha sido, no obstante, tomada como una última oportunidad para lograr un mínimo diálogo social específico en Cataluña.

La postura de UGT ha coincidido en repetidas ocasiones con la de «Fomento», si bien esta asociación empresarial siempre fue la más beligerante en contra de los proyectos de la Generalidad. De hecho, la central socialista se ha movido básicamente en el sentido de evitar todo protagonismo por parte de Comisiones Obreras (mayoritaria en Cataluña) mientras que CC OO siempre ha coincidido con la Generalidad en la necesidad de hallar un marco laboral catalán.

Teóricamente, el PSC-PSOE también ha estado deseando un marco laboral específico. Pero al igual que UGT, teme por ello comporte un gran protagonismo por parte de CC OO, dada la preeminencia de esta central en Cataluña (un 37% de delegados, frente a un 27% para UGT).

Seguimiento del ANE

El Parlamento catalán acordó en el último pleno que el consejo ejecutivo de la Generalidad le informe trimestralmente sobre el seguimiento y grado de cumplimiento del AN E en Cataluña. De no darse una concertación social catalana, la responsabilidad sobre este tema. ante el legislativo autonómico, recaerá exclusivamente sobre el Gobierno autónomo, con lo cual éste se sitúa en un lugar mucho más vulnerable que el que le correspondería si paralelamente se constituyese una comisión de seguimiento integrada por patronales Y centrales sindicales.En cierto modo, Jordi Pujol se enfrenta a la cuadratura del circulo. Por un lado, hay que recordarque «Fomento» donó al partido de

Pujol decenas de millones de pesetas (probablemente más de cien millones) como contribución a su campaña electoral en las elecciones autonómicas. Por otro lado, dicha asociación patronal no desea en absoluto un marco laboral catalán e incluso afirmó -en su órgano Horizonte empresarial correspondiente al pasado mes de marzo- que «negociar convenios de ámbito catalán supone en estos momentos primar al sindicato comunista. CC OO. en detrimento de cualquier opción sindical.

Pero sin CC OO ningún pacto laboral a nivel generaldel principado puede lograr la calificación legal, establecida por el Estatuto de los Traba adores, de «acuerdo de eficacia general». El camino alternativo que representaría una legislación laboral, autonómica le está vedado a la Generalidad, por cuanto que simplemente no la permite el Estatuto de Autonomía. De este modo, toda la tan traída y llevada voluntad de actuación de la Generalidad en este terreno -realmente importante a la hora de integrar a los trabajadores en el proceso autonómico, como efectivamente lo fue bajo la Generalidad republicana- queda reducida a prácticamente nada.

Curiosamente, «Fomento» promovió y suscribió con UGT un acuerdo -que de hecho no es tal, sino una serie de enunciados genéricos- en el que ahora la principal patronal catalana se escuda a la hora de sostener posiciones muy poco populares en Cataluña, por lo que representan de menoscabo de la autonomía política real. Este pacto fue además negociado al margen de las CC OO, con lo cual su firma «a posteriori» por esta central resultaba imposible, aun en el caso, que no se dio, de que hubiese aceptado su ausencia de contenido y bleigerancia en la práctica.

Trasfondo político

Un dirigente del PSC-PSOE -procedente del PSC- afirmó ayer a este diario que el «pacto UGT-Fomento carece de toda virtualidad práctica. Puede decirse incluso que es negativo, ya que una concertación social debe llevarse a cabo por parte de todos los interlocutores reales, desde su inicio. Hacerlo sin CC OO fue un error que cometió UGT empujada por «Fomento» y adoptando una postura muy diferente de la propia de la dirección confederal de UGT». La fuente añadió que, no obstante, el consejo nacional del PSC-PSOE se pronunció unánimemente en favor de dicho pacto parcial «porque ahora lo que preocupa es la sustitución de Joan Raventós al frente del partido, y nadie es capaz de criticar a la UGT, cuyo apoyo es buscado por los muchos candidatos a la sustitución de Reventós».

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