Las tarifas del Metro sufrirán un reajuste el próximo mes de septiembre
Las tarifas del Metro sufrirán, a la vuelta de las vacaciones, un reajuste, según anunció ayer Juan Torres, presidente del Consejo de Intervención de la compañía. El reajuste, que, según, pudo saber EL PAIS, no será antes de septiembre, supondrá la creación del bono-metro y del billete disuasorio. De esta forma, los que utilizan normalmente este medio de transporte continuarán pagando veinte pesetas por billete, aunque se verán obligados a comprarlos de diez en diez; el resto pagará veinticinco pesetas, precio en el que se cree quedará fijado el billete disuasorio.
El cambio que, según el gabinete de Prensa de la compañía, no es una subida de tarifas, estaba previsto, desde hace tiempo, para el 1 de septiembre, según recogen los presupuestos de la compañía para este año.«La subida afectaría al billete único, es decir, a las personas que de forma no habitual cogen el Metro. Este billete costaría veinticinco pesetas. El billete de taco, por su parte, tendría un precio de veinte pesetas y se podría utilizar a cualquier hora», manifestó ayer Juan Torres, en el programa Area 15, de Radio Nacional de España.
La idea es que las personas que actualmente utilizan billetes de ida y vuelta y los que toman el Metro con regularidad compren este bono-metro que, compuesto por diez billetes, podrá ser utilizado en cualquier momento. El nuevo sistema perjudicará al 15% de los usuarios que actualmente utiliza los tacos de diez billetes de ida y vuelta, cuyo precio es de trescientas pesetas, lo que supone que cada viaje les cuesta quince pesetas; a partir de que se apruebe el reajuste, estos usuarios tendrán que pagar doscientas pesetas por diez billetes sencillos, es decir, veinte pesetas por viaje, aunque, a cambio, no estarán obligados a cancelar ninguno de ellos antes de las nueve de la mañana, como pasaba ahora con los de ida.
El 85% restante, que, en la actualidad, utiliza billetes sencillos, podrá comprar los nuevos tacos de diez billetes o adquirir billetes disuasorios a un precio más alto, según su grado de utilización del Metro.
Se equiparará así el sistema tarifario del Metro al de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), aunque con diferentes precios, ya que, el bono-bus cuesta 160 pesetas, mientras que el bono-metro costará doscientas pesetas; el billete disuasorio, por su parte, valdrá veinticinco pesetas en ambos transportes. Esta diferencia de tarifas podría acortarse en caso de que, tal como parece probable, el Consejo de Administración de la EMT decida pedir, en el último trimestre del año, una subida de tarifas.
Por el momento, el bono-metro no tendrá una forma similar a la del bono-bus, ya que no existen torniquetes en todas las estaciones de Metro para cancelar magnéticamente este tipo de bonos. En estas estaciones, la cancelación será manual, por lo que los responsables de la compañía han considerado que el mejor sistema es el del taco de diez billetes.
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