Caótica situación sanitaria en Torrejón de Ardoz
Un pequeño ambulatorio de especialidades, situado en uno de los extremos de la población, es el único centro sanitario existente en Torrejón de Ardoz, a veinticinco kilómetros de Madrid, y con más de 100.000 habitantes en su término municipal. En este centro, donde la falta del material mínimo es patente (hasta el punto de encontrarse sin tijeras, guantes o sondas en numerosas ocasiones), sólo hay un médico disponible en los servicios de urgencia, que cubren las horas comprendidas entre las cinco de la tarde y las nueve de la mañana del día siguiente, para atender las 42.000 cartillas de afiliados a la Seguridad Social de los diez pueblos que de él dependen.
La situación es caótica en un pueblo en el que sólo existe un médico titular, donde, además del enorme crecimiento de población que viene experimentando en los últimos años, se registra la mayor concentración de unidades industriales de la provincia, y en el que más de 1.500 de éstas se encuentran sin licencia sanitaria de apertura definitiva por falta de medios humanos para realizar las inspecciones correspondientes. Además, en este único centro sanitario existe un laboratorio en tan precarias condiciones que para hacer un simple cultivo de orina se ha de recurrir a un laboratorio madrileño.El Ayuntamiento ha denunciado el problema, en numerosas ocasiones, a las autoridades sanitarias provinciales, solicitando la puesta en funcionamiento de varios miniambulatorios distribuidos por el casco urbano, pero, hasta el momento, sus peticiones no han sido atendidas por la Administración. Ante ello, el Ayuntamiento ha decidido reformar la antigua tasa del médico e instalar allí un Centro Municipal de Salud. Este centro, que entrará en funcionamiento en el mes de septiembre, pretende abarcar los campos de la medicina preventiva de ambiente rural, la medicina educativa, un gabinete de vivienda y urbanismo, el control de la natalidad, la higiene mental, la información estadística, de mográfica y epidemiológica y, especialmente, la psicopedagogía.
Lo que necesita Torrejón, se indica en medios municipales, es una sectorización de los servicios, la zonificación de las cartillas de la Seguridad Social, que acorte las grandes distancias que tienen que cubrir en muchos casos los afiliados para llegar al ambulatorio actual y, al mismo tiempo, disminuya los recorridos que han de realizar los médicos de cabecera para atender a sus enfermos. Actualmente, barrios enteros de la localidad, en algunos casos, bastante aislados del centro de la población, sufren el problema de que el servicio médico más cercano se encuentra, al menos, a cinco kilómetros de distancia.
Escasez de material y de medicamentos
Además de sufrir la estrechez de una sala de curas, o de urgencias diurnas, que tiene una superficie de doce metros cuadrados y ha de albergar una cama de primeros auxilios, los armarlos de utensilios y necesitar un espacio de movilidad para una atención urgente, tanto pacientes como facultativos del ambulatorio se encuentran con la falta reiterada de medicamentos tales como espasmódicos o analgésicos, habitualmente hay dificultades para encontrar material para suturas, instrumental de urgencia, hervidores, guantes, tijeras y las sondas se llegan a utilizar varias veces, cuando deberían ser de un solo uso. El especialista en traumatología, que habitualmente a mitad de consulta ha de trasladarse a otra sala para poder recibir a todos los pacientes del día, está considerando la posibilidad de limitar el número de enfermos que ha de observar cada día para poder atender con la debida eficacia a cada uno. El elevado número de pacientes que recibe cada médico hace que las consultas sirvan solamente para que el facultativo extienda su receta sin poder llegar, en la práctica, a una mínima observación.
Y en una población de más de 100.000 habitantes no existe siquiera un servicio de maternidad que disponga de una pequeña UVI y, al menos, dos camas para los partos que presenten complicaciones. Los servicios de geriatría y de enfermedades crónicas son nulos, y el material de radiología está tan anticuado y deteriorado que siempre necesita alguna reparación.
Abastecimiento de agua totalmente contaminada
En cuanto al plano puramente industrial, además del problema de las inspeccionesa las factor las para darles definitivamente su licencia de apertura, originado por falta de dotación humana, existen problemas sanitarios en cuanto a la distribución de agua al polígono industrial, cuyo abastecimiento procede del río Jarama, que llega a Torrejón con una impresionante contaminación bacteriológica, que afecta a gran número de las industrias alimentarlas ubicadas en la zona.
En parte, este último problema puede quedar resuelto con el creciente acuerdo firmado entre el Ayuntamiento y el Canal de Isabel II para que esta entidad conecte su red al polígono. Con ello, se inyectará a la industria torrejonense un agua limpia que evitará nuchos peligros a las factorías que elaboran productos alimenticios. Pero aún quedan por resolver problemas como los vertederos incontrolados, el tratamiento de las aguas residuales de las industrias y hasta el foco de infección pernianente que sé localiza en las chabelas de la estación.
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