El atentado de Teherán
El ciclo infernal de violencia, iniciado desde los comienzos de la revoiucion islámica, ha entrado en una fase crítica. El atentado particularmente sangriento perpetrado el domingo contra el cuartel general del Partido Republicano Islámico, en el poder, tendrá consecuencias de una extrema gravedad. Un centenar de personalidades pertenecientes a la elite gobernante han sido asesinadas o heridas gravemente.Los enemigos de la República islámica han apuntado con una competencia sorprendente al cerebro mismo del régimen.
( ... ) La reunión había sido secreta, por razones de seguridad ( ... ). Varias personalidades nos habían declarado el viernes que diversas formaciones islámicas y no islámicas serían legalizadas a breve plazo. Los comunistas del Tudeh, los fedayin (tendencia mayoritaria), los trotskistas, entre otros, debían ser los beneficiarios de la ley, porque se habían comprometido a respetar la Constitución del país y, sobre todo, porque no se habían alzado en armas contra la República.
En el curso de una entrevista que nos había acordado veinticuatro horas antes de su muerte Mohamed Mountazeri, muy próximo al imán Jomeini y uno de los jefes del ala radical del clero, nos había declarado: «Para neutralizar el compló contrarrevolucionario comentado por Estados Unidos, estamos decididos a favorecer la creación de un frente antiimperialista, reagrupando musulmanes y no musulmanes».
30 de junio
