Continúan las ejecuciones de partidarios de Banisadr en Irán
Las autoridades islámicas anunciaron ayer en Teherán la ejecución de seis personas, todas ellas vinculadas a la organización izquierdista Mujaidines del Pueblo, lo que eleva a veintinueve el número de personas pasadas por las armas desde que estallaran, a finales de la semana pasada, los conflictos entre adversarios y partidarios del pre sidente destituido, Abolhassan Banisadr. Los disturbios continuaron extendiéndose ayer a distintos puntos del país.
El paradero del ex presidente iraní Abolhassan Banisadr sigue, siendo una incógnita, si bien las autoridades coinciden en asegurar que el ex jefe del Estado continúa aún en el interior del país, presumiblemente en el área de Hamadan, su ciudad natal. Insistentes rumores noconfirmados aseguraban que Banisadr se hallaba ya en El Cairo, aunque estas especulaciones fueron desmentidas por colaboradores del ex presidente.Los fusilados habían sido acusados de haber participado directamente en los disturbios, que el pasado sábado se saldaron en Teherán con quince muertos, y doscientos heridos.
Los disturbios se han extendido en los últimos días a importantes ciudades del país como Tabriz, Chiraz y Qom, ciudad santa de los chiitas iraníes, en, las cuales seis personas resultaron muertas, 33 más heridas y 220 detenidas. La mayor parte de los detenidos son militantes del partido izquierdista de los Mujaidines.
En Teherán, los funerales celebrados ayer por el doctor Mustafá Chamran, representante del imán Jomeini en el Consejo Supremo de Defensa, se convirtieron en una masiva manifestación que se desarrolló en calma, pese a que se esperaban disturbios. Chamran, chiita de origen libanés, murió el pasado domingo en el frente oeste iraní, mientras inspeccionaba unas posiciones militares del Ejército que fueron atacadas por la artillería iraquí.
Centenares de miles de iraníes, enlutados en su mayoría, desfilaron ante el ataúd que contenía los restos de Chamran. A lo largo del trayecto hasta el cementerio de Behecht-Zahara, en cuyo pabellón de héroes Chamran fue enterrado, los asistentes gritaron eslóganes contra el presidente de Irak, Saddani Hussein, cuya muerte exigían.
También en el Majlis, Parlamento iraní, se realizaron honras fúnebres, y Hasemi Raflanjani, presidente de la Cámara, se dirigió a los asistentes para asegurarles que Chaniran sería vengado y que Saddam Hussein "debe ser ejecutado yderrocado su régimen". Los asistentes a este acto fúnebre se abstuvieron de gritar eslóganes políticos, a excepción de-a consigna "¡Muerte a América!", que corearon insistentemente. Ya en el cementerio, algunos grupos de hezbollahi, seguidores del partido de Dios, gritaron en varias ocasiones "¡Muerte a Banisadr!".
Por otra parte, el diario Teheran Times anunció ayerla detenciónde Sadeq Gobtzadeq, ex ministro de Asuntos Exteriores.
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