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Los servicios de inspección del Ejército del Aire detectaron el tráfico de la grifa guineana

Los servicios de Inspección del Ejército del Aire, en la base de Getafe, fueron quienes detectaron el tráfico ilegal de grifa entre la capital de Guinea Ecuatorial (Malabo) y Madrid, al menos en uno de los aviones Hércules que hacen habitualmente el trayecto entre ambas capitales, según fuentes del propio cuartel general de dicho Ejército. Conforme con éstas, el caso fue denunciado a las autoridades policiales españolas, las cuales iniciaron las diligencias correspondientes.

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Según la información publicada ayer por EL PAIS, un importante contrabando de esta variedad del cannabis, denominada banga, se habría producido en los últimos meses, aprovechando la tolerancia de las autoridades militares españolas al permitir que en los vuelos de los aviones Hércules que solían regresar semivacíos de la capital guineana se transportase carga y, en ocasiones, personas procedentes de Malabo. En esta operación de tráfico de grifa podría estar implicada la esposa del embajador de Guinea en Madrid, Julia Andeme de Evuna, así como un ex alto funcionario de aquel país, Ciriaco Víctor Mbomio.Según pudo saber EL PAIS en fuentes diplomáticas, el Ministerio de Asuntos Exteriores solicitó ayer un informe relativo al caso a la Dirección de Seguridad del Estado. No obstante, el tema permanecía confuso anoche, ya que, tanto el director general de Policía, José Luis Fernández Dopico, como el jefe superior de Policía de Madrid, Gabriel García Gallegos, declararon que «la policía madrileña desconocía el caso y que ni en la comisaría de Getafe (como informó la fuente militar) ni en ninguna otra dependencia policial se había denunciado contrabando alguno de droga procedente de Guinea Ecuatorial y detectada en la base militar de Getafe».

La noticia publicada ayer por EL PAIS produjo una amplia conmoción en diversos ministerios (especialmente en los de Defensa, Exteriores y Presidencia), además, claro está, en la propia Embajada de Guinea en Madrid, aun cuando el propio embajador había reconocido en nuestra edición de ayer que su esposa no estaba implicada en el caso, aunque había sido utilizada por los traficantes para transportar un cargamento de droga hasta Madrid en uno de sus vuelos en los citados aviones Hércules (véase recuadro adjunto).

Con la excepción de la citada fuente militar del Ejército del Aire, el mutismo ha sido la tónica que predominó ayer en todos los centros oficiales relacionados con el tema de Guinea.

Por una parte, autoridades militares españolas insistieron en que, en cualquier caso, el traslado de la droga hasta Madrid se habría hecho aprovechando la buena fe del Ejército del Aire, el cual suele disponer este tipo de aviones siempre que le son solicitados por el Ministerio correspondiente. Desde el derrocamiento de Macías y la instalación del nuevo régimen del presidente Teodoro Obiang hasta que la compañía Iberia estableció un servicio aéreo regular entre los dos países, los aviones Hércules españoles fueron prácticamente el único medio de comunicación de Guinea con el exterior. Algo así como su cordón umbilical.

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En lo que respecta al Ministerio de Asuntos Exteriores, fuentes del mismo señalaron que el tema de Guinea Ecuatorial y la importante cooperación con este país se gestionaba directamente con el Ministerio de la Presidencia, concretamente a través de la Dirección General de Organización del mismo, aunque en ningún momento hubo un organismo autónomo para dicho tema. No obstante, en la época del ex presidente Suárez, parece que fue uno de sus asesores, Alberto Recarte, quien controló directamente este tema. EL PAIS no logró establecer contacto con el citado asesor ni con ningún componente del equipo anterior de Presidencia en el curso del día de ayer.

Oficina autónoma

Una de las decisiones del nuevo Gobierno de Calvo Sotelo fue la creación de una oficina autónoma de cooperación con Guinea Ecuatorial, a cuyo frente se nombró al diputado ucedista Martínez Pujalte. La creación de la oficina se hizo por acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 8 de mayo Martínez Pujalte declaró a este periódico que desde la fecha en que tomó posesión, el 13 de mayo, no se había producido ningún vuelo de aviones Hércules entre las dos capitales y que desconocía el mecanismo con que se funcionaba con anterioridad. La citada oficina quedó integrada en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Las noticias, por tanto, eran bastante confusas en el día de ayer, por lo que es difícil asegurar en qué épocas se pudieron producir los vuelos en los que presumiblemente se realizó el contrabando, la frecuencia de los mismos y el monto total del alijo introducido por este sistema en Madrid. Se cree saber, sin embargo, que dichas fechas podrían estar situadas dentro del primer semestre del pasado año.

La rotunda aseveración de la cúspide de la policía de que en ningún momento intervino ésta en el caso, que lo desconocía por completo hasta que EL PAIS desveló la noticia ayer, contrasta con el hecho de que las fuentes del Ejército del Aire consultadas aseguraron que el tema estaba en manos de aquélla, lo que impidió establecer la forma en que posteriormente se distribuyó la droga, la cuantía de ésta y la ruta que siguió.

La esposa del embajador

La presunta implicada en el tema del contrabando de la droga, Julia Andeme, no compareció ayer en la conferencia de Prensa convocada por su marido en el edificio de oficinas de la legación diplomática guineana en Madrid. En la reunión informativa, el embajador, Alejandro Evuna, volvió a asegurar, tal como lo hiciera anteayer a un redactor de este periódico, que su mujer no estaba implicada directamente en el asunto, y aprovechó tal ocasión para desmentir que la fotografía publicada por EL PAIS correspondiese a la de su esposa, la citada Julia Andeme. Señaló que se trataba de la mujer del cónsul de dicho país en Madrid.

Todos los esfuerzos de los redactores de este periódico. para entrevistarse con la señora de Evuna resultaron baldíos. Unicamente se logró establecer una conversación telefónica con la residencia del embajador, en la cual una señora que se identificó como la tal señora de Evuna señaló que «por favor, déjennos ya en paz, que bastante daño nos han hecho y bastantes periódicos han vendido a nuestra costa».

No obstante, el embajador se negó a facilitar una fotografía de su esposa, al igual que hicieron en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Fuentes diplomáticas advirtieron ayer, no obstante, que la fotografía que figura en Protocolo de Asuntos Exteriores tampoco se corresponde con la publicada ayer en primera página de este diario.

Sin embargo, se da la circunstancia de que varios miembros de la colonia guineana en Madrid reconocieron, previamente a su publicación, a la esposa del embajador en la aludida fotografía, y uno de ellos declaró haber cenado anteayer con el citado jefe de la delegación diplomática y la persona varias veces citada a quien aquél presentó como «mi mujer».

Ciriaco Mbomio desmiente su participación

Ciriaco Mbomio, por su parte, desmintió ayer, personalmente, cualquier tipo de relación con el tema. Negó también que hubiera sido detenido en ningún momento en relación con este caso y que hubiera permanecido en prisión en alguna ocasión.

El señor Mbomio, que acudió a la sede de este periódico acompañado de su abogado, Eleuterio Cudeiro, y de su esposa, aseguró que había ingresado en la Policía Armada en el año 1961 y que, tras la llegada de Francisco Macías al poder, había sido reclamado por éste para organizar los servicios policiales guineanos. Sin embargo, su enfrentamiento con el presidente hizo que tuviera que abandonar Guinea en el año 1970.

El mismo Mbomio desmintió que tras el derrocamiento de Macías hubiera vuelto a Guinea y mucho menos con cualquier tipo de relación con la policía. Su conexión con la antigua colonia española se basó, según él, en el comercio de cacao, café, cocos y camiones.

Fuentes cercanas al Ministerio de Justicia español confirmaron a EL PAIS que Ciriaco Mbomio estuvo en régimen de prisión preventiva en una cárcel madrileña (probablemente, Alcalá de Henares) entre el 26 de marzo y el 23 de mayo de este año.

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