El Parlamento Europeo recomienda la abolición de la pena de muerte en la CEE
El Parlamento europeo aprobó ayer una resolución por la que se recomienda a todos los Estados miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE) la abolición total de la pena de muerte. Las únicas voces que se levantaron en contra de esta resolución fueron las de algunos miembros del grupo Demócratas Europeos, es decir, conservadores, y muy especiaImente la del antiguo ministro del Interior del Gobierno Giscard, Michel Poniatowski, y la del conocido sacerdote protestante de Irlanda del Norte lan Paisley.
La resolución fue presentada por la socialista francesa MarieClaude Vayssade y obtuvo el respaldo de todos los grupos políticos representados en la Cámara europea. El texto aprobado solicita a los diez Estados miembros de la CEE que modifiquen su legislación y promuevan en el seno del Consejo de Europa una enmienda para introducir la abolición de la pena de muerte en la actual Convención Europea de los Derechos del Hombre.Los dos argumentos más esgrimidos en favor de la tesis abolicionista fueron el carácter definitivo de la pena y la posibilidad de un error judicial. El grupo liberal apoyó la resolución fundándose en su respeto al derecho a la vida.
Las dos únicas intervenciones en contra fueron, como queda dicho, las de lan Paisley y Michel Poniatowski. El fanático reverendo irlandés calificó la resolución de insulto a los muertos violentamente y arremetió con ferocidad contra la debilidad de una sociedad que no puede aplicar la máxima pena, recogida, dijo, tanto en el Viejo como en el Nuevo Testamento.
El ex ministro de Giscard d'Estaing tuvo una intervención menos furibunda, pero defendió la aplicación de la pena capital a los responsables de muerte.
Entre los diez países miembros del Mercado Común, sólo cuatro -Bélgica, Grecia, Irlanda y Francia- mantienen aún en su legislación la pena de muerte, si bien uno solo, Francia, la aplica regularmente. En el caso de Bélgica e Irlanda no se ha ejecutado a ningún reo desde hace varias décadas, y en el caso de Grecia, desde la caída del régimen de los coroneles.
La resolución del Parlamento Europeo, pese a que no es vincu lante, supone un apoyo. moral importante para el Gobierno socialista francés. François Mitterrand se ha pronunciado repetidamente en contra de la pena capital y en su programa de gobierno se incluía la modificación de la ley. Igualmente ha sido recibida con alegría entre los distintos grupos políticos italianos, país en el que la extrema derecha ha desencadenado una campaña para lograr la convocatoria de un referéndum que permita la reimplantación de la pena de muerte para casos de terrorismo.
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