Japón desea estrechar las relaciones políticas con Europa

El presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la CEE, Gaston Thorn, afirmó ayer en Bruselas que las relaciones entre Japón y Europa no tienen por qué pasar, como hasta ahora, por Estados Unidos. Thorn, que se entre vistó en la sede de la CEE con el primer ministro japonés, Zenko Suzuli, señaló que en el triángulo Europa-Estados Unidos-Japón, el lado más débil había sido siempre el que une el Mercado Común con Tokio, pero que esta situación puede variar en un futuro próximo. El presidente de la Comisión Europea se mostró también moderadamente optimista en cuanto a la posibilidad de que Japón adopte algunas medidas tendentes a mejorar la balanza comercial con los diez.Thorn reveló que Suzuki le había expresado su interés en aumentar los contactos políticos con Europa y recordó que el ministro japonés de Asuntos Exteriores se habla desplazado a Europa en los días siguientes a la invasión de Afganistán para conocer sobre el terreno la reacción de los países miembros de la CEE y coordinar acciopes conjuntas de represalia contra la Unión Soviética.

La nueva colaboración entre Europa y Japón puede traducirse en el plano político en una acción conjunta frente a Estados Unidos en la cumbre de Ottawa, prevista para el próximo mes de julio en la capital canadiense. Tanto la CEE como Tokio están muy interesados en lograr que Estados Unidos se comprometía a controlar el aumento de las tasas de interés y la subida en flecha del dólar, divisa en la que unos y otros pagan su factura petrolera. El tema es de una enorme delicadeza, porque el equipp de Ronald Reagan ha basado en él su propio programa económico y, como reconoció Thorn, es difícil que acepte modificarlo a medio plazo.

Según el presidente de la Comisión Europea, la revalorzación del dólar es un «elemento muy grave», de gran importancia política, ya que si puede suponer un nuevo golpe para la economía de los diez, sus efectos serán aún peores, una auténtica catástrofe, para los países más pobres, que también pagan sus facturas petroleras en dólares.

Esta problemática amenaza también con envenenar la reanudación del diálogo Norte-Sur, previsto para este mismo año en México, y en el que se muestran muy interesados tanto Japón como la Comisión Europea.