_
_
_
_

La ONCE y los fabricantes de máquinas recreativas, en contra de los boletos-rifa

Una comisión de vendedores de cupón pro ciegos de Andalucía acudió ayer a la sede madrileña de la Presidencia del Gobierno para pedir la derogación de la normativa -publicada en el BOE el pasado 9 de junio- sobre la venta de boletos-rifa, por considerar que no garantiza la erradicación de las rifas clandestinas y perjudica «el principal medio que tienen los ciegos de ganarse la vida».Igualmente, la Asociación de Fabricantes de Máquinas Recreativas ha manifestado su protesta por la pérdida de 50.000 puestos de trabajo, que, a su juicio, ocasionará esta legalización de los boletos.

Los miembros andaluces de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles), antes de solicitar una entrevista con el presidente, Calvo Sotelo, se reunieron con el Comité de Defensa del Cupón Pro Ciegos para comunicarles su interés en prolongar la campaña iniciada en Málaga «para hacer ver el perjuicio que sufren los ciegos si disminuye su tradicional venta de cupones». En dicha ciudad se juega masivamente -desde hace treinta años- a una rifa clandestina llamada La Rápida -en Huelva, fichas, y en Sevilla, papeletas blancas-, cuyo número premiado coincide con el del sorteo de los cupones de ciegos. El hecho de que los premios sean mayores y más rápidos arrastra más público.

«La representante de hostelería de UGT en Málaga, Ana Guirado, nos ha manifestado que el sector comprende que la venta de boletos puede afectar a la venta de cupones», dice el portavoz de los vendedores, Juan Garózano, quien aduce que la normativa de Hacienda no erradicará las rifas fraudulentas. Y éstos coinciden en que, a pesar de la importancia del cupón, «el ciego puede integrarse laboralmente en la sociedad con otras ocupaciones». La fisioterapia y la telefonía son algunas de ellas, y precisamente ayer la ONCE ha firmado un acuerdo con Fundesco, en el que ha intervenido también IBM, con objeto de incorporar al invidente a la informática.

Por su parte, los fabricantes de máquinas tragaperras, miembros de la Asociación de Fabricantes de Máquinas Recreativas, también reciben con recelo el reglamento de los boletos-rifa, «porque su venta en los bares -que aumentará con la autorización- hará peligrar 50.000 puestos de trabajo relacionados con la fabricación, distribución y asistencia técnica de las máquinas tragaperras».

Según Eduardo Morales, miembro de la citada asociación -que convocó anteayer una conferencia de Prensa-, esta industria de máquinas consta en España de cien empresas, y desde 1979 hasta hoy ha pasado de 800 a 5.000 trabajadores empleados. Añadió que los boletos de rifas -vendidos a veinticinco pesetas, como los cupones de ciegos- proporcionarán a Hacienda unos ingresos anuales de 200.000 millones de pesetas, mientras que las máquinas recreativas producen unos 15.000 millones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_