AGF, segunda empresa de seguros francesa, se potencia en España

El grupo multinacional Assurances Generales de France (AGF), segunda empresa francesa de seguros, propiedad en un 78% del Estado galo y en otro 8% de sus trabajadores, ha inaugurado ayer en Madrid su nueva sede central en España. Se trata de un edificio de 12.000 metros cuadrados de superficie, levantado sobre un solar de extensión aproximada. El coste del inmueble ha sido de más de 2.000 millones de pesetas.En una conferencia de Prensa celebrada con este motivo, el presidente de AGF, Georges Plescoff, declaró que «quienes no se atreven a venir a España están perdiendo quizá el mejor momento, pues hay que aprovechar los despegues». «Muchas personas», añadió, «me dijeron que era arriesgado o peligroso hacer una construcción asi (el solar fue comprado por setenta millones en 1971 y el edificio ha tardado en ser construido cinco años), pero espero no equivocarme».

Vida y accidentes, los más rentables

Según Plescoff, AGF intensificará sus actividades en los ramos de vida y accidentes, a la espera de las actividades que permita la modernización del sector seguros, como los fondos de pensiones. El grupo matriz de la empresa opera en España desde 1820, y el año pasado recaudó primas por valor de 3.253 millones de pesetas, que representan cerca del 1 % de cuota de mercado. Su capital desembolsado es de 1.350 millones, y sus recursos propios, de 1.664 millones. Tiene 440 empleados y 1.229 agentes.En torno a la posible fusión de AGF con el grupo de seguros del Banco Popular, de cara a la integración de España en el Mercado Común, el presidente de AGF indicó que por el momento no hay plan alguno. Como se sabe, AGF es más grande que el grupo Peninsular-Unión Popular, en el que tiene una participación junto al citado banco.

AGF trabaja en los cinco continentes y en cincuenta países. Es el grupo francés con mayor importancia en el ramo de vida, el menos afectado por la crisis económica, que ha saneado en especial al seguro de coches. Su volumen de operaciones a nivel mundial alcanzó el año pasado los 11.000 millones de francos (unos 2.000 millones de dólares), de ellos, las tres cuartas partes en Francia.