"Cumbre" de la Iglesia centroamericana en el Vaticano

En el Vaticano se está celebrando, casi en secreto, una cumbre de grandes personalidades de la Iglesia de Centroamérica para adoptar una línea de conducta común sobre la acción de los sacerdotes y religiosos empeñados políticamente en aquella región. La cumbre fue convocada por la Santa Sede, al parecer aconsejada por los obispos y cardenales más conservadores de aquellos países y de la curia romana.Junto a obispos y cardenales, participan también en la reunión los cinco superiores generales de las congregaciones religiosas más activos en aquellos países, entre ellos el padre Arrupe, superior de los jesuitas.

Todo hace prever que saldrá victoriosa la línea ya planteada por el papa Wojtyla, en 1979, en Puebla, en el sentido de que «los sacerdotes y religiosos no deben intervenir en política».

Lo que ocurre es que, según han empezado a comentar bajo cuerda algunos de los superiores provinciales asistentes a la reunión, lo que se pretende es alejar de la lucha política precisamente a aquellos sacerdotes «comprometidos con los más pobres», y que representan la auténtica «iglesia popular», mientras permanecen intocables, y actuando impunemente en la alta política del poder, quienes defienden «a los ricos».