Silencio en Argelia sobre la visita a España del secretario de la OUA

Total indiferencia en Argel, al menos en el plano oficial, en tomo a la actual visita a España del secretario general de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Edem Kodjo, en contraste con la reafirmación, por parte del dirigente independentista canario Antonio Cubillo, de que el tema de la africanidad de las islas Canarias será evocado en la próxima conferencia de jefes de Estado y Gobierno africanos, este verano, en la capital de Kenia.La agencia oficial argelina de Prensa se limitó ayer a anunciar la llegada de Kodjo a Madrid, por invitación del Gobierno español, y a señalar que visitaría las islas Canarias. Esta discreción contrasta con la violencia verbal de tiempos pasados, en que se condenaba al «imperialismo español» por perpetuar la colonización del archipiélago contra el libre deseo de su población guanche.

Las coordenadas que condicionan el interés de Argel por el tema en estos momentos están estrechamente relacionadas con la posible entrada de España en la organización atlántica, habida cuenta de que ello podría interpretarse como una puerta abierta a la utilización de las Canarias como «base de agresión» contra los países africanos. Las autoridades españolas han desmentido reiteradamente tal supuesto, objeto de conversaciones entre Kodjo y el embajador español en Etiopía a mediados de marzo pasado.

El propio Cubillo estima que cualquiera que sean las declaraciones que formule Kodjo en Madrid, éste no puede trascender la naturaleza de su mandato en el tema de las Canarias, que es el de informar de su visita al archipiélago, a través de la memoria general que presenta el secretario general de la OUA a la cumbre africana. Cubillo sostuvo una entrevista con Kodjo, en Addis-Abeba, el 16 de marzo, y este último, según el dirigente del Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), habría abogado por una «solución africana del problema», sin que se conozca el contenido de ésta.

En el actual estado de enfriamiento de las relaciones políticas hispano-argelinas, si la perspectiva de una incidencia en el plano económico es plausible, no existe ningún indicio de que Argel haya decidido manifestar un interés mayor en el MPAIAC, al margen de la política general exterior de este país, uno de cuyos factores es el «apoyo a los movimientos de liberación».

La diplomacia soviética, por el contrario, no hace abstracción aquí mismo de que la entrada de España en la OTAN puede desembocar en una reactivación del nacionalismo canario.