La paciencia de la URSS está a punto de acabarse
Aumenta la desconfianza del Kremlin hacia las autoridades polacas. Después de una etapa de relativa calma, sube el tono de las críticas formuladas por la Prensa soviética. Temiendo posiblemente la victoria de los renovadores en el IX Congreso del Partido Obrero Unificado de Polonia (POVP, comunista), Moscú apoya abiertamente a la minoría ultra. Las conciliadoras declaraciones hechas el miércoles a Tass por el viceprimer ministro polaco, Miescislav Jagulelski, no parecen servir de mucho a estas alturas.Nadie cree ya que la URSS dé un nuevo crédito político al Gobierno de Varsovia. La información ofrecida por los medios de comunicación moscovitas es, cada día, más alarmista.
Ayer, en el boletín de las diez de la mañana del servicio en inglés de Radio Moscú, se recogía una noticia con la que, sin duda, se pretendía dar un ejemplo del desorden que vive Polonia.
Según Radio Moscú, en un pueblo de la provincia de Katowice -cuyo nombre no se citaba-, los miembros de Solidaridad que forman parte del Consejo Municipal propusieron la retira da de la bandera roja que corona el edificio del Ayuntamiento y el cambio de los nombres relacionados con la URSS en calles e instituciones. En caso de que esta petición no fuera aceptada, los militantes de Solidaridad amenazaban con disolver el Consejo Municipal. Radio Moscú daba cuenta de que, durante la citada reunión, también se había amenazado con ejercer la violencia sobre los comunistas. Lo curioso del caso es que la radio -que no volvió a repetir la noticia- citaba como fuente a la agencia oficial Tass, que, anoche, aún no había difundido esta información en ninguno de sus servicios.
Por otra parte, el principal órgano de la Prensa soviética, Pravda, informó ayer por primera vez sobre las manifestaciones antisoviéticas en Polonia.
El cerco contra los renovadores del POUP se va estrechando. Durante los meses pasados, checos v alemanes del Este habían coreado las críticas de Moscú. Ahora, Bulgaria expresa también sus puntos de vista contrarios al Gobierno y al partido polacos. Hace pocos días, visitó Moscú el ministro de Asuntos Exteriores de Bulgaria, Quizá el artículo publicado ayer por el diario de Sofía Robotni chesko delo tiene algo que ver con este viaje.
El citado periódico atacaba ayer duramente al POUP, acusándole de padecer «confusión ideológica, falta de análisis marxista profundo y tendencias separatistas y revisionistas». Del IX Congreso del POUP -que comenzará el próximo 14 de juliopodrá salir un «partido reformista».
El diario búlgaro mostraba también su preocupación por el malestar de la economía polaca y por las «perturbaciones inquietantes» que se producen «en el funcionamiento del aparato de Estado».
Con estas críticas, de Bulgaria, los países del Pacto de Varsovia parecen haber llegado a la unanimidad: la situación de Polonia pone en peligro a toda la «comunidad socialista».
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