Palomo dice que ha hecho la faena de la feria

«He sufrido mucho con el público de Madrid, porque nunca me ha perdonado una equivocación, peto al final salí contento, porque he cuajado la faena de la feria». Palomo Linares, abroncado el año pasado, abroncado este año, se despidió con una oreja. Y él cree, porque así se lo dijeron, que es, por ahora, el triunfador.Palomo estuvo a gusto con su segundo -«el primero no colaboraba»- y, según él, le pudo vencer con técnica.El público, el mismo que minutos antes le había gritado, se le entregó: «Eso es lo más apasionante de la fiesta; esa es su personalidad y su fuerza; de poco vale que yo intente sacar al toro lo más, que pueda. Y no tiene lógica. Siempre se dice que no se hace el tercio de quites; voy yo, lo hago, y bronca; esté como esté; eso da igual. Y al poco rato, todo son ovaciones» .

Dice Palomo Linares que en esto de la fiesta hay muchas cosas incomprensibles, fomentadas en su mayoría por la Prensa:«Yo puedo asegurar que no hay ningún ganadero que mande una corrida afeitada a Madrid y que todos los toros que salen a la plaza o que se recha zan son toros auténticos. Bueno, pues hay quien dice lo contrario. Y también eso de que no toreo toros grandes. Digo yo que en los 3.000 que llevo matados, alguno. habría. Si las figuras son tales es porque han sobrepasado lo natural y de mostrado que pueden con lo que las echen. De acuerdo que no hay regla sin excepción, como en cualquier profesión».

Tras su actuación en San Isidro, a Palomo aún le quedan esas cuarenta corridas que quiere hacer este año: «Desde luego, no más de cincuenta, que es lo que me apetece. Hacer más sería salir forzado y, por tanto, quizá no llegaría con ilusión a la plaza y eso no se puede hacer al público. Yo, lo primero, tener la conciencia tranquila».

El puntazo de Ruiz Miguel

Mató Ruiz Miguel su primer toro y notaba «fresquito» en el muslo. En la tarascada que sufrió hubo un puntazo inapreciable. El ya se lo imaginaba. Pero no hizo caso. El es así. Cuando se desvistió en el hotel se confirmaron las sospechas. Pero el puntazo ni le impedirá estar el domingo en Córdoba frente a los Miura, ni el lunes, de nuevo, en Las Ventas, frente a los Victorino.

En su segundo toro, también Ruiz Miguel tuvo otra tarascada.

La punta del pitón le pagó en el codo y le dejó el brazo sin fuerzas: «Oye, que no podía ni mover los dedos. Y es que el toro era puñetero por el lado izquierdo. El caso es que me correspondió el lote más difícil, aunque en general la corrida era áspera, tenía problemas. Pero no me quejo porque era, al fin y al cabo, una corrida como tiene que ser para las exigencias de Madrid, de raza. Y si no corté oreja fue por la leche de la espada, no por otra cosa».

Francisco Ruiz Miguel, de salida, tuvo el público a favor: «Todo lo contrario que Palomo; yo me crecí con los aplausos y me entregué; además, a la afición de Madrid no la puedo defraudar, porque la debo mucho. Y aún tengo mucho que hacer, que soy de los toreros a los que les gusta vencer siempre las dificultades, que todos los toros las tienen, hasta los más fáciles. Sólo hay que jugársela siempre ».

El domingo, junto con Dámaso González, tiene los Miura en Córdoba -«para abrir boca»- y toda una noche de viaje hasta Madrid, donde el lunes Victorino Martín verá al torero que, según él, mejor mata, hoy por hoy, sus toros.

Dámaso, otra oreja

A Dámaso González no se le han subido los triunfos a la cabeza. A pesar incluso de las ganas tan tremendas que tenía de estar bien en Madrid: «Fueron muchos años que en Las Ventas no hacía las faenas de otras ferias y por Fin me he podido sacar la espina. Así, cuando vuelva el año que viene vendré por méritos contraídos en Madrid, no en otras plazas. De cualquier manera, seguiré sin poder exigir en San Isidro; a lo más, que me sigan poniendo en corridas buenas».

Las orejas que cortó Dámaso en esta feria estima que fueron en lotes en los que no tuvo mucha fortuna: «Hoy el público hubiera disfrutado más si mi segundo hubiese tenido más recorrido. Sé que lo pasó mal porque el toro tenía mucho sentido y era muy arriesgado estar en el sitio. Pero no podía ser de otra manera si quería sacarle el máximo de pases posibles. Así que no hubo más remedio que arrimarse y aguantar. Intenté, simplemente, dar todo lo que pude».

Picadores multados en Sevilla

El gobernador civil de Sevilla ha impuesto multas a siete picadores que actuaron en la Feria de Sevilla. El motivo fue no ejecutar correcta mente la suerte. Los sancionados son Francisco Barroso, Julio Burgos, Juan Cantos, José García Ambrosio Martín, José Muñoz y Manuel Ortiz.