Primera crisis grave en la coalición gubernamental portuguesa
Los democristianos portugueses endurecen sus posiciones en el seno de Alianza Democrática y se enfrentan cada vez más al presidente Eanes. La actitud de Pinto Balsemlío, presidente del PSD, de minimizar las tensiones en el seno de la coalición gubernamental y de afirmarse como líder del Gobierno y del partido mayoritario ha encontrado una inmediata respuesta negativa por parte del CDS, segundo miembro de la coalición.El órgano dirigente del PSD, reunido anoche, examinó la situación, y todo dependerá del apoyo que Balsemão encuentre dentro de su propio partido para resistir a las presiones del CDS. La opinión unánime en Lisboa es que Alianza Democrática afronta su primera crisis grave desde la desaparición de Sa Carneiro. Desasistido por su propio partido, Pinto Balsemão no podrá resistir mucho tiempo a la cabeza del Gobierno.
En caso contrario, y si prevalece la actitud de apoyo decidido al presidente del PSD, manifestada, por ejemplo, por los socialdemócratas de Madera, el CDS tendrá que reexaminar su estrategia; si no, la coalición estará seriamente comprometida.
La directiva del CDS, reunida pocas horas después del regreso de Balsemão de una visita al archipiélago de Madera y antes del Consejo de Ministros de hoy, ha decidido no aceptar las explicaciones dadas por el presidente del PSD acerca del conflicto surgido entre los democristianos y el presidente socialdemócrata del Gobierno autonómico de Azores.
Hace dos semanas, el líder socialdemócrata de Azores, Mota Amaral, había acusado al CDS de tener puntos de vista tan centralistas como los comunistas sobre la cuestión autonómica, lo que el CDS consideró como una ofensa, exigiendo pública retractación.
El CDS ha decidido rechazar de plano estas acusaciones, considerando de extrema gravedad las críticas injustas e inoportunas de Mota Amaral, que pertenece a la dirección nacional del PSD.
Simultáneamente, el presidente del CDS, Freitas do Amaral, ha decidido afrontar abiertamente al Presidente Eanes, e indirectamente al Gobierno, publicando una carta dirigida al jefe del Estado en la que anuncia que no aceptará ser condecorado con ocasión de la fiesta nacional del 10 de junio.
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