Los terroristas cavaron un túnel en el itinerario del desfile militar del domingo en Barcelona

La policía descubrió anteanoche un túnel en construcción -cavado con toda- probabilidad por los terroristas- a sólo unos veinticinco metros de la avenida Diagonal, donde el próximo domingo tendrá efecto un desfile militar presidido por el rey Juan Carlos. El descubrimiento se produjo a las 20.45 horas de la noche del lunes, a raíz de las declaraciones de uno de los detenidos por el asalto al Banco Central. La entrada del túnel se encuentra en el interior de unos locales semi abandonados de la planta baja del inmueble sito en la calle de Rafael de Casanova, número 199. Su boca es de forma circular, de unos dos metros de diámetro. Su profundidad, de unos dos metros. De su parte inferior sale una galería en dirección a la avenida Diagonal, donde el próximo domingo, a las once de la mañana, tendrá efecto un gran desfile militar presidido por el Rey. La longitud de esta galería es de unos tres metros.

Según fuentes militares responsables del tema, el domingo, inmediatamente antes de iniciarse el desfile, el Rey de bería pasar en coche descubierto por la parte central de la Diagonal, es decir, a unos cuarenta metros del inicio del túnel, dada la anchura de dicha calle. El recorrido del Rey, y posteriormente el de las fuerzas militares, debe empezar en la plaza Francesc Maclá (antes Calvo Sotelo). A continuación, don Juan Carlos presenciará el paso de las tropas desde una tribuna que se alza en la confluencia de Diagonal con Enrique Granados, a unos trescientos metros, en línea recta, de la boca del túnel. Ello no implica que fuese necesario, para lleaar a, situarse debajo del centro de la Diagonal o de la tribuna real, perforar tantos metros. La utilización de la red de desagües podría simplificar tal presunto propósito.El inmueble fue alquilado alrededor del día 10 de abril, al parecer, por el atracador que resultó muerto en la acción llevada a cabo por los GEO. Según testigos direclos, este arrendatario era «bajo, con bigote recortado, no muy bien vestido, joven». En concepto de traspaso pagó en efectivo cerca de un millón de pesetas. Esta cantidad fue la solicitada, pero luego se rebajó. El alquiler era pagado al administrador, Juan Espina Pujol.

El arrendatario manifestó que deseaba instalar aIlí una agencia de viajes. El local había sido hasta hace un par de meses la sede de las oficinas de una empresa del sector textil. Desde poco después de su alquiler. la portera del inmueble contiguo y los propietarios de una lechería y colmado también colindante empezaron a oír ruidos. En el registro realizado por la policía en el local apareció un periódico con fecha del pasado domingo. El asalto al Banco Central se había producido en la mañana del sábado.

El arrendatario expuso en una ocasión a una portera que estaban haciendo reformas y que ello originaba los ruidos. Respecto a las reformas, el arrendatario dijo que «somos tres o cuatro, y no nos ponemos de acuerdo sobre cómo deben ser las oficinas; por eso vamos despacio».

Consultados varios vecinos, informaron que sólo habían visto al arrendatario antes descrito, pero que, como el inmueble tiene acceso directo desde la calle, era fácil que entraran y salieran otras personas sin ser vistas.

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