La demanda de extradiciones a Francia puede ser inoportuna, según Felipe González

Durante el almuerzo en el palacio del Elíseo ayer, con el que Mitterrand festejó a sus amigos franceses y extranjeros, el presidente le confió a Felipe González «sus mejores disposiciones para abordar todas las cuestiones referentes a las relaciones franco-españolas de manera global y para mejorar el entendimiento entre los dos países».En sus conversaciones, rápidas y en el clima protocolario y de fiesta que presidió ayer su jornada entre los socialistas galos, el primer secretario del PSOE abordó varias cuestiones interesantes para los dos países. Sobre la cuestión de la estancia de los vascos en el sur de Francia estima que es «peliagudo, y en lo que podríamos avanzar es en lo referente a la utilización del territorio francés como base de los etarras. Pero entiendo que habría que disociar el tema de las extradiciones, que está enmarcado en un tratado bilateral».

González se manifestó dudoso ante la oportunidad y la eficacia de posibles demandas de extradiciones en cadena, y añadió que el Gobierno de Madrid no debía presentar la concesión de extradiciones de vascos por parte de Francia como una prueba de las futuras relaciones entre los dos países: «En nuestras relaciones con Francia intervienen muchos factores, y el tema del sur de Francia es uno. Hacer un test de las extradiciones sería un error grave».

El líder socialista no vino a París, según afirmó él mismo, con ninguna misión concreta del Gobierno o de su presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, «pero sí hablé por teléfono con el presidente y comentamos la significación de la elección de Mitterrand». La presidencia de este último cree que ejercerá una influencia positiva en España. Recordó que las relaciones entre los partidos socialistas español y francés son antiguas y fueron buenas siempre, y que eso favorecerá las de los dos países desde el momento en que un socialista es presidente de la República en Francia.