La ley de Divorcio puede estar en vigor en julio

La ley de Divorcio puede estar aprobada definitivamente antes de que termine el actual período de sesiones, y, por tanto, entrar en vigor a comienzos del verano, según se desprende de los plazos marcados por el Senado para su tramitación, que prevén que se debata el proyecto en el Pleno de esta Cámara el día 16 de junio. El Congreso puede decidir sobre las enmiendas de los senadores en la segunda quincena de junio, antes de que terminen las sesiones al llegar julio.La Comisión de Justicia e Interior designó ayer la ponencia que informará el proyecto. Ha quedado formada por los centristas Alfonso Porta Vilalta, Francisco Ruiz Risueño y Luciano Sánchez Reus, y los socialistas Arturo Lizón y Antonio Ojeda.

La comisión se reunirá de nuevo para dictaminar el proyecto el día 8 de junio, lunes. El dictamen debe estar terminado el jueves de esa semana, día 11, para pasar a debate en el pleno del martes siguiente, día 16. Con este calendario, hecho ayer público en la comisión, se despejan las dudas sobre la posibilidad de que la tramitación del proyecto en el Senado se retrasase de modo que el Congreso no pudiera revisar las enmiendas de los senadores antes de que, al terminar junio, finalice el período de sesiones, con lo que la ley de Divorcio habría veraneado en la Cámara alta.

Por otra parte, treinta senadores centristas han entregado al portavoz un escrito en el que piden a sus compañeros de grupo que retiren las enmiendas presentadas a título individual, para evitar que se reproduzcan, con notable perjuicio para el Senado y para UCD, las tensiones anteriores, que incidieron en el propio congreso del partido en Palma de Mallorca, «con deterioro de la unidad del partido mismo».

Los firmantes del documento, algunos de los cuales habían presentado enmiendas, consideran que el texto aprobado por el Congreso de los Diputados es por su técnica y contenido satisfactorio, aunque podría mejorarse técnicamente.

En la misma línea, Villodres ha manifestado su intención de mantener las directrices políticas marcadas por la ejecutiva del partido, y que UCD y el Gobierno defienden el divorcio por ruptura. «Lógicamente», añadió, «los debates deben partir de esa base, y no podemos volver ahora a posiciones que plantean el divorcio por culpa».