La colección Clásicos Castalia cumple sus 100 primeros títulos
«La edición de clásicos en nuestro país creo que está bastante cubierta en lo que se refiere a literatura», opina el escritor y académico Alonso Zamora Vicente, secretario perpetuo de la Real Academia de la Lengua, y actual director de la colección Clásicos Castalia, que ha llegado al horizonte de sus cien primeros títulos. Con ese motivo se celebró ayer un acto en la Casa del Libro de Madrid, al que asistieron varias figuras representativas de El año literario español 1980, sexto volumen de la serie que publica también la Editorial Castalia.«Sin embargo», añade Zamora Vicente, «un autor clásico por el hecho de serlo es un campo abierto a la interpretación y, a medida que pasa el tiempo, debe ser objeto de los comentarios de los críticos para su actualización. Por otra parte, el enorme y complejo mundo clásico encierra muchos autores inéditos, en gran parte, debido a que son escritores alejados de nuestra sensibilidad».
En todo caso, para Zamora Vicente «editar clásicos en nuestro medio es siempre una obra de generosidad, pues se trata por propia naturaleza de una lectura restringida al alcance de pocos lectores».
Creada por Antonio Rodríguez Moñino en 1969, la colección Clásicos Castalia ha estado sucesivamente dirigida por José Fernández Montesinos, Fernando Lázaro Carreter y, desde hace tres años, por Zamora Vicente. Uno de sus rasgos peculiares es incluir en la relación de clásicos autores vivos.
Entre los títulos de la colección que han tenido mayor difusión destacan: Poesía castellana, de Garcilaso de la Vega -edición de Elías L. River-; Poemas escogidos, de Quevedo -edición de F. Blecua-; Poema del Cid -edición de I. Mitchae-; Dorotea, de Lope de Vega -edición de Morby-, o Tigre Juan- El curandero de su honra, de Pérez de Ayala -edición de Andrés Amorós.
