Cuando una persona,
con derecho a la vida, decide quitársela, todos pensamos que sus razones tendría para tomar una determinación así, pero no le recriminamos nada. Sin embargo, cuando nos enteramos de que a la misma persona (imaginaria) no sólo le roban su libertad, sino que además le quitan la vida, la importancia y la indignación que sentimos entran en nuestras mentes y nos invaden.Viéndose los resultados negativos en las soluciones hasta ahora vigentes con respecto a las penas impuestas a los implicados en actos terroristas, cuyo fin es seguir segando vidas humanas, levanto mi más enérgica protesta y pido, al igual que pedí la implantación de la democracia en su momento, que así mismo se implante la pena de muerte para todos aquellos que participen directa o indirectamen te en actos terroristas./
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