Arrecian las críticas de Reagan contra la URSS

Un Ronald Reagan con muy buen aspecto, vigoroso y retórico reapareció el pasado domingo por vez primera en público, después del atentado sufrido el 30 de marzo, en el acto académico de la Universidad católica de Nôtre Dame, en South Bend (Indiana). El presidente de Estados Unidos continuó en la línea ya tradicional de ataques verbales duros contra la Unión Soviética, recordando los valores de las sociedades «occidentales libres» y añadiendo que «Occidente no frenará al comunismo, superará al comunismo».

Todos los elementos estaban reunidos en el campus de Nôtre Dame, una de las universidades más clásicas y reputadas de Estados Unidos, para que la vuelta de Reagan a la escena pública fuera un acontecimiento de primera magnitud. No faltó ni siquiera el factor nostálgico, hábilmente explotado en el discurso presidencial, aludiendo al filme cinematográfico Knute, Rockne-All American, rodado en la Universidad de Notre Dame. Producción cinematográfica en la cual Ronald Reagan interpretó, hace ya 41 años, el papel de George Gipp, insignificante jugador de fútbol americano que poco a poco se convirtió en la pieza imprescindible para las victorias del popular equipo universitario.El ex actor cinematográfico convertido hoy en presidente de la primera potencia mundial, comparó la estrategia de un equipo de fútbol a la gestión gubernamental ante su auditorio de 2.000 universitarios que recibieron el diploma de fin de carrera. Criticó el centralismo del Gobierno federal, los intentos de intervención pública contra las instituciones universitarias privadas; denunció las limitaciones debidas a la crisis económica, el exceso de impuestos y las regulaciones burocráticas, problemas a los que el pueblo americano ha dicho «basta ya», según recordó el presidente Reagan.El discurso fue el primero pronunciado por Reagan, tras su rápida recuperación -a sus setenta años de edad- del atentado criminal sufrido el pasado 30 de marzo, en Washington, cuando el joven de veinticinco años John Hinckley hirió con bala al presidente en el pulmón.

Sin nuevos elementos espectaculares, Ronald Reagan se limitó a repetir su retórica contra la Unión Soviética, iniciada desde el primer día en que llegó a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero.

Argumentando que la URSS sólo tiene «una fachada de firmeza», Reagan habló ante los universitarios y Personalidades asistentes, de que «ha llegado el momento de osar y enseñar al mundo que nuestras ideas civilizadas, nuestras tradiciones y nuestros valores no son -como las ideologías y las máquinas de guerra de las sociedades totalitarias- una fachada», declaró Ronald Reagan.

El presidente de Estados Unidos no hizo ninguna alusión a su atentado. Recordó el sufrido hace una semana por el papa Juan Pablo II.

Fuertes medidas de seguridad

Las medidas de seguridad que rodearon este primer viaje de Reagan fuera de la Casa Blanca, al mes y medio del atentado, fueron excepcionales. Cada una de las 11.000 personas que participaron en el acto académico de la Universidad de Notre Dame pasaron previamente por detectores de metales, análogos a los instalados en los servicios de seguridad de los aeropuertos, con el fin de evitar cualquier error que pudiera poner en peligro la vida del presidente.