El Estatuto de Autonomía entró en vigor ayer

Ayer entró en vigor el Estatuto de Autonomía para Galicia, al cumplirse los veinte días de su promulgación y publicación en las páginas del Boletín Oficial del Estado. La Junta de Galicia, hasta ahora ente preautonómico, pasa a ser, por tanto, organismo autónomo provisional, a la espera de que se constituyan las instituciones definitivas de la autonomía gallega, después de las elecciones que habrán de celebrarse en octubre.

Con este motivo, la Junta que preside José Quiroga, de UCD, declaró ayer oficialmente «la trascendencia histórica del hecho» y asumió el compromiso de «preparar el advenimiento de las definitivas instituciones del autogobierno de Galicia».Al margen de las declaraciones oficiales, la fecha de entrada en vigor ha pasado inadvertida a la opinión pública general. Los partidos políticos son conscientes del poco interés que despierta la cuestión autonómica en estos momentos en Galicia y temen que las elecciones al Parlamento regional se vean marcadas por altas dosis de abstencionismo, que, sin llegar a ser el estrepitoso 75% del referéndum de diciembre, pueda alcanzar porcentajes muy considerables.

Socialistas, comunistas y galleguistas han afirmado su intención de trabajar conjuntamente en la sensibilización popular sobre el tema de Ia autonomía. Cada fuerza política por separado prepara la confección de las futuras candidaturas. Se especula con la posible inclusión de candidatos independientes que puedan ofrecer algún atractivo especial al electorado.

La configuración definitiva de las listas está, en casi todos los casos, congelada en espera de que se resuelvan las crisis internas que padecen actualmente la, mayoría de las fuerzas políticas gallegas. Curiosamente, casi nadie se salva en estos momentos de sufrir vendavales internos, que son graves en casos como los del Bloque o el Partido Galleguista y que revisten importancia también en el seno de UCD y de Alianza Popular.

Una incógnita importante radica en la posición que puedan adoptar los colectivos de empresarios, entre los cuales se ha detectado hace algún tiempo un fuerte interés por controlar la futura formación del Parlamento regional. En Lugo, concretamente, y La Coruña, es evidente la intención de presentar listas propias en las elecciones o de pactar por lo menos con las fuerzas afines.