Silencio contra el terrorismo
Dicen que una imagen vale más que mil palabras; pues bien, la imagen de una España paralizada y en silencio durante dos minutos gritó miles y miles de palabras a todos aquellos que, sin razones, nos quieren hundir en la más absoluta de las miserias.Al lado de una España que rezó acongojada, un grupo minoritario, pero vociferante, capitalizaba y hacía suyas esas muertes que son de todos, enarbolando una bandera que es de todos e insultando a un Rey que es de todos. Porque cuando un español muere bajo las balas asesinas de un terrorismo ciego, todos los españoles morimos un poco, mueren nuestras ilusiones de libertad y nuestra esperanza en una convivencia en paz.
Y qué decir del uso indigno e irrespetuoso de nuestra bandera en manos de unas personas que en plan feriante gritaban consignas hasta enronquecer, insultando a un Rey que está demostrando día a día un enorme amor a su pueblo./