El Ministerio negocia con los profesores el decreto de retribuciones

La Dirección General de Personal del Ministerio de Educación y Ciencia y las asociaciones profesionales y sindicatos del profesorado estatal han iniciado un período de negociaciones sobre un proyecto de decreto-ley de retribuciones complementarias para los funcionarios docentes, con vistas a las previsiones del departamento en relación con los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Catorce organizaciones de profesores van a estar presentes en estas conversaciones que el Ministerio desea que finalicen antes del próximo día 1 de junio. Pese a la lógica disparidad de criterios de los distintos sindicatos y asociaciones, hay un mínimo acuerdo de principio para que el diálogo sea lo más breve y eficaz posible, pues los representantes del profesorado desearían que las negociaciones no se demoren más allá del próximo día 20.Las negociaciones se producen sobre la base de un documento en el que el Ministerio exponía sus criterios y que fue entregado a las diversas organizaciones docentes hace varias semanas. La opinión general de los profesores es que el Ministerio pretende aprovechar la discusión de este decreto para plantear de golpe toda una serie de reformas estructurales de la función pública docente, a partir de la convicción general de que «todo está muy mal y hay que cambiarlo».

Los representantes del profesorado están de acuerdo con este principio genérico, pero piensan que una cosa es resolver el problema económico y otra muy distinta la redefinición de las funciones, horarios y responsabilidades.

Sobre cuál de estos dos aspectos del problema ha de ocupar el primer lugar no hay demasiada unanimidad entre los representantes del profesorado. Frente quienes piensan que «primero es el dinero y luego todo lo demás» están los que opinan que el plan teamiento debería hacerse justa mente al revés. Estos últimos ad vierten en el documento de criterios elaborados por el Ministerio, la intenención de jerarquizar al máximo los claustros, primando económicamente a los cargos directivos, y que ello, a la larga, abriría excesivamente el abanico salarial del funcionariado docente.

Existe un acuerdo absoluto en no aceptar aumentos económicos que impliquen la ampliación del horario lectivo. Fuentes sindicales han señalado que parecen claras las intenciones en este sentido respecto del nivel de enseñanzas medias. Afirman que el Ministerio pretende que se cumpla rigurosamente el decreto que establece la jornada lectiva de los profesores de institutos de bachillerato y de formación profesional en dieciocho, veintiuna y veinticuatro horas, según se trate de dedicación normal, plena o exclusiva, respectivamente. En la actualidad, esas horas no se cumplen en la mayoría de los casos, porque determinadas funciones, como las jefaturas de estudios o el impartir enseñanzas en COU, se bonifican con reducciones de tres horas.