Pérez-Llorca: "Las elecciones francesas retrasarán de nuevo las negociaciones con la CEE"

El ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, reconoció ayer ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso que el relevo en la presidencia de Francia y la próxima convocatoria de elecciones legislativas en el país vecino provocarán un nuevo retraso en la reanudación definitiva de las negociaciones entre España y las Comunidades Europeas.

En el curso de la. comisión, en la que la casi totalidad de los grupos parlamentarios declararon su resignación ante los problemas hispano-comunitarios, se aprobó una declaración de felicitación al diputado de Coalición Democrática José María de Areilza, por su elección como presidente de la Asamblea de Estrasburgo.El ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, subrayó en su intervención ante la comisión -a la que asistió acompañado del secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, Raimundo Bassols- que dados los problemas intracomunitarios (elección de Mitterrand en Francia y su incidencia en la política de la CEE y en las reformas agrícola y presupuestaria) y la situación política interna española, se imponía, en el momento actual, la política de lo posible frente a la negociación ideal. El ministro, con esta afirmación, vino a decir que el Gobierno seguirá negociando con la CEE los capítulos que estén a su alcance y dejará para el final, para cuando Francia y la Comunidad estén en condiciones de admitirlo, el grueso de las conversaciones hispano-comunitarias relativas a los productos agrícolas y al desarme arancelario industrial.

Algo triunfalista fue Pérez-Llorca al decir, por un lado, que la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas en Francia retrasarán las negociaciones con España y al añadir, por otra parte, que consideraba estos comicios adelantados más beneficiosos para la posición hispana que los previstos para 1983, porque podrían bloquear el proceso de integración en su etapa final. Por último, el ministro anunció que se realizarán gestiones para mejorar las relaciones con la nueva Administración francesa, tanto para la cuestión comunitaria como para otros temas pendientes.

Sobre este tema intervino por Coalición Democrática Manuel Fraga, quien afirmó que el Gobierno debe exigir inmediatamente colaboración francesa en la lucha contra el terrorismo. Ballesteros. por el Grupo Parlamentario Comunista, pidió que el Parlamento esté informado en los temas clave de la negociación; el socialista Manuel Marín informó que los créditos comunitarios a España deben dedicarse al desarrollo en Andalucía y Extremadura, y Joaquín Satrústegui, del Grupo Parlamentario Centrista, exigió que se aclararan las afirmaciones de Giscard y Mitterrand sobre un supuesto plazo de diez años para el ingreso hispano en la CEE. En su respuesta, el ministro anuncio que entablará un nuevo diálogo con el nuevo Gobierno galo cuando esté formado, que es favorable a informar al Parlamento sobre los temas clave de la negociación, que la Comisión Delegada de Asuntos Económicos estudiará el destino de los créditos comunitarios y que los diez años mencionados se refieren al período de transición, y no al ingreso de España.

La sesión concluyó con dos preguntas formuladas al ministro sobre dos temas distintos al comunitario. El diputado Ballesteros, del PCE, calificó de inoportuiia la última visita a Madrid del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, y preguntó quién había propiciado este viaje y cuáles fueron los temas de las conversaciones que el secretario norteamericano mantuvo en Madrid. El ministro reconoció que el viaje de Haig fue a iniciativa de Washington y reveló que Haig presionó sobre las relaciones hispano-libias.

Por último, el diputado socialista Julio Busquets interrogó al ministro sobre cuántos militares de países dictatoriales reciben enseñanzas en las academias militares españolas y el por qué de esta política. El ministro quiso escabullir el bulto y decir que esta era una cuestión del ministro de Defensa y, tras anunciar que estudiará el tema con su colega Ollart, reconoció que en España se preparan varios oficiales de Argentina, Chile, Honduras, Uruguay y Guatemala, entre otros.