La inversión, condicionada por agentes socioeconómicos externos
Los círculos empresariales españoles están de acuerdo en que la inversión es la única salida válida a la actual situación económica. Pero en sus planteamientos no parecen ver claro la forma en que se debe orientar y fomentar la iniciativa inversora ni la manera de prescindir de las presiones que las circunstancias políticas, sociales y laborales lanzan sobre su actividad.
Los círculos empresariales coinciden en que el paro y la inflación son los males que afectan a la economía española. Y parece existir acuerdo sobre el diagnóstico para tratarlos: aumentar la inversión para reducir el paro y contener el alza de los salarios para controlar la inflación. No existe, sin embargo, consenso sobre la forma de fomentar la inversión y frenar el alza de los salarios.La novedad histórica que supone el fenómeno del estancamiento económico acormpañado de una alta inflación ha impedido hasta el momento el diseño de una política económica que aporte soluciones concretas. Casi todos los países del mundo occidental, cuando se enfrentaron con este problema, aplicaron técnicas antiinflacionistas.
La política de inversión que España requiere no la puede hacer el Gobierno, ningún Gobierno de los actualmente posibles, aseguró José Ramón Lasuén, catedrático de Teoría Económica, en el transcurso del XII Encuentro del Centro Europeo para el Desarrollo de la Empresa (Eurofórum), que, bajo el título de Nuevas oportunidades de negocios, concluyó ayer en Madrid. En opinión de José Ramón Lasuén, esperar un milagro o un acierto del Gobierno en esta política es un reflejo paternalista del pasado totalmente irreal: «El empresario no puede esperar la solución del Gobierno, ni el Gobierno puede confiar en acertar siguiendo la opinión pública».
Discreto optimismo de los inversores extranjeros
En el papel de la banca en la financiación de la inversión, que significa financiación a largo plazo, tampoco pueden cargarse las tintas, en opinión de Alejandro Magro, director general del Banco Industrial de Bilbao. Entre otras razones, porque es un papel que no puede analizarse de manera aislada, sino en relación con el mercado financiero en que está inserta la banca. Y este marco lo componen un mercado de renta fija roto; un mercado computable artificial, con muy pocos emisores Y muy, pocos tomadores, y un mercado libre dominado por emisiones públicas.La inversión extranjera, según Jacques de Mandat (Midland Bank), tropieza con una situación política coyuntural que presagia inestabilidad en el sistema. Pero a favor de su realización en España cuenta con un mercado atractivo que aún se puede desarrollar, unos costes salariales que tienden al equilibrio y la presunción del ingreso de nuestra economía en la Comunidad Económica Europea.
Las inversiones deben dirigirse, en opinión de Jaume Llopis, presidente de Moulinex, hacia mejoras de la productividad, automatización de los procesos productivos, sectores en crecimiento y hacia la diversificación de los sectores con crecimiento. Estas inversiones privadas deberían ir acompañadas de un corte radical en la burocracia de la Administración, la obtención de créditos baratos, la formación de equipos dirigentes de las empresas y la revisión semestral de las estrategias empresariales. Como complemento a todo esto, el presidente de Moulinex aboga por un trueque de plantillas, es decir, el despido de trabajadores previo compromiso formal de la empresa de contratación inmediata de un número igual o mayor de nuevos trabajadores.
Las centrales sindicales, que comparten la necesidad de reactivar la inversión, porque sin ella no hay solución al desempleo, mantuvieron en el encuentro sus precauciones frente al desempleo que la misma puede generar al incorporar equipos que prescinden de mano de obra.
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