"Refrito" de humor con Forges

Se emite hoy, por la primera cadena (20.00 horas), el segundo número del espacio de humor creado por el área de programas especiales, bajo el título de Refrito. Se trata de una recopilación de una serie de trece episodios, emitidos por la primera y segunda cadena en 1970, y titulada Muliñandupelicascarabajo, ideada por Forges, P. García, Tomás Summers, Guillermo Summers, Joaquín Gordillo y Anselmo Cortés.

Serie, acogida entonces con éxito de crítica, cuyo personaje central es un inglés acompañado de secretaria y chófer: «Una especie de diablo cojuelo que anda por las alcantarillas en vez de por los tejados», comenta Forges.«El equipo recopiló para el programa que se emite hoy los momentos que nos han parecido más importantes y hemos enriquecido su mont aje y presentación con algunas innovaciones técnicas posibles hoy, por ejemplo, gracias al teleprinter».

El espacio de humor que intenta programar el equipo de José Luis Balbín entró en crisis cuando Máximo optó por solicitar un mayor tiempo para la producción del programa Patos y ocas, al objeto de lograr la mejor calidad posible. Los directivos, de momento, sólo podrán contar con la media hora quincenal de José Luis Coll.

Antonio Fraguas (Forges) entró en Televisión Española cuando tenía trece años (allá por 1956, en el paseo de La Habana) y se jubiló a lo veintiocho años, en 1972, con la categoría de coordinador de estudios. Forges, uno de los trabajadores más veteranos de Televisión Española (con el número diecinueve en el registro de personal fijo), hoy excedente, comenta: «Yo, como Máximo, creo que no es posible hacer los programas de humor en dos patadas. Su ideación, producción y montaje son muy complicados, y estos programas hay que hacerlos muy bien y despacio. Yo vi cómo producían Un hombre en casa, en los estudios de Londres: ensayaban durante cinco días seguidos, en presencia de los seis o siete guionistas, que aportaban ideas constantemente, y lo grababan los domingos de un tirón. Yo he dicho al nuevo equipo de BaIbín que sólo hay dos maneras de hacer programas de humor: la de Coll, como la de Benny Hill y otros, donde un autor interpreta lo que él mismo crea, pero no todos tenemos esa capacidad, y las series al estilo de Un hombre en casa, con un equipo de creadores guionistas, un director que lo realiza y un montaje supervisado por el equipo ideador. Personalmente, no estoy dispuesto a ser el autor único de un programa de humor, sería contraproducente. Creo que la fórmula de un equipo sería posible, si se nos da tiempo».