Uno de cada 10 madrileños en edad escolar afirma haberse drogado alguna vez
Uno de cada diez escolares de Madrid y localidades periféricas afirma haber tomado droga alguna vez, según una investigación realizada, y recientemente publicada, por el grupo de orientación de la Brigada Central de Estupefacientes. Alrededor de 11.442 niños comprendidos entre los doce y los quince años (que representan el 7,6% de la población escolar matriculada en el curso 1979-1980), y perteneciente a 165 centros estatales y privados de EGB, respondieron a varias cuestiones sobre la droga y su consumo, tras garantizárseles el anonimato. La misma encuesta arroja el resultado de que un 79,7% de los niños toman alcohol con alguna asiduidad.
El tema de la drogadicción en la edad escolar es una de las principales preocupaciones de nuestra s ociedad: los niños son los más afectados psíquica y físicamente por las secuelas de la droga a causa de sus menores defensas corporales; pero son también las víctimas más apetecidas por los traficantes, porque en seguida adquieren dependencia y se convierten en compradores habituales. El 22,1 % de los niños encuestados declara haber recibido una invitación u ofrecimiento para probar la droga.Las vías más propicias para que el muchacho entre en contacto con ella son el barrio y el grupo de amigos. En lugar posterior está el colegio, donde se llevan a cabo el 10,2% de las ofertas. Los alumnos de centros privados reciben más ofertas en su colegio que los de centros estatales en los suyos. El 4,4% de los encuestados dice haber conocido la droga a través de la familia, si bien se sobreentiende que el pariente que ofreció era un hermano u otro miembro joven, y lo hizo cuando nadie les veía.
El "porro", la droga más utilizada
El hachís en cigarrillo, el conocido porro, es la droga más utifizada por los escolares: el 5,8% la ha consumido una o más veces Las pastillas, es decir, las anfetaminas, los somníferos y los estimulantes de farmacia son las preferidas de un 4,2%. Sustancias caseras como el pegamento, la cáscara de plátano seca y demás invenciones son usadas por el 1,2%. Y drogas más fuertes, como el LSD o la morfina, sólo alcanzan un 0,1 % o 0,4%.En cuanto a la frecuencia de consumo, la mayoría de los escolares que admiten haber probado la droga dicen haberlo hecho una sola vez, y el 23,5 % dice hacerlo con asiduidad (lo que significa que dos niños de cada cien escolares de Madrid y sus alrededores fuma o ingiere drogas habitualmente).
Las zonas donde se registran mayores índices de consumo coinciden con las de más elevado nivel económico y, por tanto, mayor capacidad adquisitiva o con las de más elevado grado de conflictividad social. Barrios representativos del primer grupo son el de Salamanca y el de Chamberí, que arrojan un índice del 12,3 % y 13,1 %, respectivamente. Barrios representativos del segundo grupo son Villaverde y San Blas, con 14,9% y 12,4%, respectivamente. La localidad. donde el índice de consumo es más alto es San Fernando de Henares: un 23,2% de la población escolar del pueblo manifiesta su afición a la droga. Le sigue Pozuelo de Alarcón, con un 15,8 %. Las de menor índice son Coslada y Moncloa, con un 6,7% y un 5,5 %, respectivamente.
Un apartado curioso del informe es el que se refiere a la opinión de los muchachos sobre la droga. El 76,8% de los encuestados cree que no perjudica, el 1,5 % cree que sí y el 21,7% no sabe, o no quiere dar una respuesta concreta. Los consumidores ocasionales o habituales son más benévoIns a la hora de emitir su veredicto: sólo el 34,2% de ellos cree que la droga perjudica, frente al 75,9% de los no consumidores, que se pronuncia en el mismo sentido.
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