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Reportaje:

Un siglo de artes decorativas en Cataluña, una exposición maratoniana

Ocupando la amplia superficie del Salón del Tinell y la Capilla de Santa Agueda se presenta en Barcelona la maratoniana exposición «FAD. De los bellos oficios al diseño actual», compuesta por más de seiscientas obras cedidas por un gran número de coleccionistas particulares y los más representativos órganos oficiales del principado (Generalidad, ayuntamientos, abadías y conventos, museos, etcétera). El mismo título de la muestra pone de manifiesto el marco histórico al que se circunscribe esta manifestación que la Caixa de Barcelona ha tomado como iniciativa propia en homenaje al FAD (Fomento de las Artes Decorativas), que a lo largo de ocho décadas ha venido defendiendo en el campo de la creación artesanal y de las artes industriales una renovación acorde con el gusto del tiempo y las exigencias de uso doméstico o cotidiano.

Cataluña es un país propicio a asociacionismo, existen entidades de todo género y de toda variedad de especialidades, pero dentro de las artes decorativas se da la circunstancia que sólo el FAD aglutina aquellos que trabajan en el campo del interiorismo, el diseño gráfico, las actividades artesanas, la fotografía, los textiles, etcétera.Valía la pena utilizar el FAD como telón de fondo donde encuadrar una historia evolutiva: de las artes decorativas que empezara con los bells oficis, denominación específicarnente catalana para calificar toda clase de creación artesana de origen gremial, hasta las manifestaciones seriadas producidas por el diseño industrial. A través de esta panorámica, que sigue un discurso fílmico, pasamos del modernismo y los neogóticos y neoclásicos propios de fin y principios de siglo al novecentismo prlin ero y al art déco después, con los que eí FAD se comprometerá Dúblicamente tanto a nivel local, promoviendo el estilo oficial de la Generalidad de anteguerra, o participando con un stand propio en la Feria Internacional de Industrias y Artes Decorativas de París, de 1925. El amor por la obra bien acabada, la contraposición de motivos autóctonos mezclados con formas cubistizantes serán las constantes de esta época, que culminará con la imposición de los racionalismos que el GATCPA, de forma combativa, y el FAD, de manera contemporaneizante, introducirán por los años treinta. Los muebles de línea tubular, las estanterías sinuosas, los rótulos integrados a la arquitectura, todo al servicio de la política de la llar humil (hogar humilde), que tanto los, órganos públicos como los privados defendían en aquel entonces como alternativa.

Derrumbe formal

La posguerra, el derrumbe formal, la desvinculación de la vanguardia, el relanzamiento del arte litúrgico más convencional, formarán un capítulo ligado a la década de los cuarenta que da paso a los primeros escarceos de modernidad que se celebrarán en la famosísima Cúpula del Coliseum, sede del FAD desde 1936 hasta 1971, bajo el nombre de Salones del Hogar Moderno. Los primeros electrodomésticos, los muebles funcionales, los suelos de goma, fueron el antecedente directo del diseño y del interiorismo contemporáneo. El FAD impulsa algunas de sus secciones, como la de diseño industrial (ADIFAD), la de diseño gráfico (ADGFAD), la de interiorismo (INFAD), etcétera, formando un cuerpo de agrupaciones de diversa índole, pero de una sola intencionalidad, adecuar forma y función, tanto en el espacio como en el tiempo.Mobiliario, cerámica, tapiz, orfebrería, esmaltes, cartelismo, esceriografía..., forman un hilo sincrónico que es atravesado por el diacrónico de la pintura y la escultura de cada momento.

Como manifestó el presidente de la Generalidad en el acto inaugural, éste constituye un capítulo importante no sólo en la historia del arte, sino de la historia general de Cataluña.

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