La financiación frena los acuerdos sobre el empleo, según la Administración

Las negociaciones entre la CEOE, las centrales sindicales mayoritarias UGT y CC OO y el Gobierno sobre los acuerdos contra el paro «no se encuentran aparcadas, sino en vías de reflexión», según el secretario de Estado para Empleo, Manuel Núñez Pérez, que ha anunciado para el próximo jueves día 7 una «importante reunión» de las partes negociadoras, en la que por primera vez cada una de ellas presentará sus respectivas propuestas de financiación de la lucha contra el desempleo.Manuel Núñez dijo no poder anticipar las cifras que el Gobierno baraja para esta cuestión, limitándose a señalar que su cuantificación final dependerá de las propias negociaciones. Añadió que él no tenía conocimiento oficial de las propuestas concretas de UGT y CC OO y que «la CEOE tampoco nos ha hecho llegar sus cifras, sino sus planteamientos».

A la pregunta de si la ausencia de cifras no convierte a las actuales negociaciones en algo tan poco efectivo como las antiguas «jornadas de reflexión» de Abril Martorell, el secretario de Estado para Empleo declaró que ahora «hay un comportamiento de base distinto», insistiendo en que todas las partes están de acuerdo en una serie de soluciones genéricas que van desde la necesidad de una nueva regulación de las relaciones laborales, tomando como modelo a los países de la CEE, hasta una mayor aportación del Estado a las necesidades financieras de la Seguridad Social. «Las centrales», añadió, «no han planeado prácticamente ninguna observación a los decretos que les hemos enviado. Dándolos por buenos, incluso nos dijeron: "El reglamento de prestaciones, o seguro de desempleo, que es urgente, llévenlo ustedes a Consejo de Ministros sin esperar al resultado de la concertación"». Según Manuel Núñez, las negociaciones sobre el paro han seguido tres fases distintas, que calificó como «de diagnóstico o análisis de la situación, de planteamientos de soluciones y, la tercera, en la que nos encontramos ahora, de propuestas de financiación y compromisos concretos». Insistió en que esta última es «la más difícil» por la necesidad de adecuar los recursos económicos del Estado a las peticiones de la patronal y las centrales, y dijo que algunas propuestas, filtradas a la Prensa -como la de CC OO, de casi un billón y medio de pesetas de coste- convertirían cualquier plan de irrealizable.

Por último, anunció para «antes del verano» una nueva normativa sobre el laudo, tras las últimas sentencias del Tribunal Constitucional en esta materia. Creo que es fácil de aceptar por todas las fuerzas sindicales una regulación del laudo obligatorio sobre la base, por ejemplo, de fijar unos árbitros, unos señores aceptados por todos -diez o doce a nivel nacional, y cinco o seis en cada provincia- que evidentemente tengan capacidad, de arbitrar reconocida por los interesados, y contra cuya decisión no quepa ulterior recurso, por ahí puede ir la regulación de este tema».

En cuanto a la nueva regulación de la huelga, señaló que esta es una ley «que no tendremos de inmediato, sino que quedará aparcada unos meses».