_
_
_
_
La fiesta del Primero de Mayo en el mundo

Velados llamamientos de Giscard y los socialistas al electorado gaullista y comunista

Los desfiles del Primero de Mayo, de carácter sindical y electoral, apenas reunieron algunos millares de personas. El careo televisado con vistas a las elecciones presidenciales del próximo día 10 de mayo entre el presidente candidato, Valéry Giscard d'Estaing, y el candidato socialista, François Mitterrand, continúa negociándose. A partir de unas declaraciones del alcalde y dirigente socialista de Marsella, Gaston Defferre, se rumorean posibles contactos entre los gaullistas y socialistas.La pelota está aún en el tejado: la presidencial antes de nada, y la del mano a mano entre Giscard y Mitterrand. Sobre la primera, las novedades no son muchas. El puente del Primero de Mayo es como un paréntesis, pero permite confidencias más serenas. La mayoría de algunos electores consultados ayer, muy en privado y en voz baja, estima que al final, a pesar de la atmósfera mitterranista que se está respirando actualmente, los franceses «se resignarán con Giscard». Pero nadie le cierra las puertas al hombre de la larga marcha (es la tercera vez, en quince años, que Mitterrand intenta ser presidente).

Más información
Incidentes en los mítines de los líderes socialistas alemanes
Enfrentamientos en las ciudades suizas de Basilea y Zurich

El duelo televisado Giscard-Mitterrand es la preocupación del momento. Con razón o sin ella, los expertos estiman que esa batalla de un par de horas ante treinta millones de telespectadores puede ofrecerle el palacio del Elíseo al vencedor, Las negociaciones entre los consejeros de los dos candidatos, rotas ayer, se han reiniciado. Cada bando afirma que el otro exige modalidades técnicas que obstaculizan la confirmación del debate. Lo cierto es que, en 1974, el dominio del medio audiovisual y su superioridad en materia económica le dieron el triunfo a Giscard y ello pesó el día del voto.

Este fin de semana parece ser que Mitterrand lo pasará en gran parte con Jacques Attali, Jacques Delors y Pierre Mendes-France, tres de las cabezas más lúcidas de la Francia económica socialista. Todo, pues, hace pensar que el duelo será un hecho el martes por la noche.

Si así fuera, los giscardianos están seguros de que en ese mismo momento «Giscard ganará la elección».

Incógnita ante los votos gaullistas y comunistas

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

No cabe duda de que esa cumbre de la campaña será decisiva, pero la preocupación de Giscard es el voto de los gaullistas, como la de Mitterrand el de los comunistas. El presidente candidato, desde hace 48 horas, multiplica los llamamientos a los herederos del general Charles de Gaulle. Ayer, por primera vez en su campaña, citó cariñosamente el nombre de Jaeques Chirac. Paralelamente corrió el rumor por París de eventuales contactos entre gaullistas y socialistas. El alcalde de Marsella, Defferre, según su propio mentís, fue víctima de una mala interpretación de declaraciones suyas en tal sentido. El tema de las convergencias entre los dos partidos no es nuevo ni es fácil darlo por válido, pero en el momento presente confirma que el voto de una franja gaullista por Giscard también está en el tejado.

Otro tanto ocurre con una parte del voto comunista por Mitterrand, a juzgar por la pobre celebración del Primero de Mayo. A pesar de la unión para votar por Mitterrand, en París y en provincias cada sindicato fue por su lado y, entre todos, apenas contabilizaron al final varios millares de personas.

La central de tendencia comunista CGT, en París, gritó un solo eslogan: «Queremos ministros comunistas», que Mitterrand no apreciará.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_