"Hubo reuniones de varios partidos para realizar una campaña de defensa de la democracia"

El secretario general del PCE, Santiago Carrillo, manifestó en el curso de una reunión con un grupo de periodistas que UCD, PSOE y PCE han mantenido reuniones de cara a realizar una campaña de imagen en defensa de la democracia y la Constitución. También participó Alianza Popular, según añadió el líder comunista, pero se retiró posteriormente. En la misma reunión, Carrillo comentó que, después del 23 de febrero, el Parlamento y las instituciones han quedado debilitados. «El Gobierno ha perdido la autoridad que tenía, y todo esto hay que recuperarlo con la colaboración de los partidos democráticos», dijo.

Señaló que el jefe del Gabinete no está haciendo la política de concertación prometida. «Calvo Sotelo no tiene las manos libres y, si las tiene, parece que las tiene atadas. Está atado por la situación de su partido y por consignas de sectores económicos e institucionales, si bien no puedo hablar de pactos porque no los conozco», precisó.Respecto a la reunión del Rey con los líderes políticos tras el 23-F, en la que don Juan Carlos leyó un documento que posteriormente se hizo público, Carrillo afirma que salió una idea, que era la de concertar entre los líderes políticos los temas de Estado. «En aquel momento no estaba Calvo Sotelo, sino Suárez», matizó.

Considera Carrillo que si UCD se rompe, sería un problema para la democracia. Pero apunta que Calvo Sotelo está superando los récords de defectos que se atribuían a Suárez. Calvo Sotelo fue a Bonn sin que el Gobierno supiera a qué había ido su presidente a la capital alemana. «Fue para tratar el tema de la OTAN y ponerle una zancadilla al PSOE al respecto», estimó Carrillo, quien, sobre esta organización internacional, comentó: «Parece que el golpe del 23 de febrero fue a favor de la OTAN, por lo que está diciendo Calvo Sotelo, pero esto no puede ser así, a no ser que Tejero se hubiera sublevado para que España entrara en la OTAN».

Santiago Carrillo volvió a insistir en que la izquierda sola no puede salvar hoy al país y en que hace falta una unión de fuerzas lo más amplia posible. «Después del 23-F se han enviado al Parlamento una serie de proyectos de ley con carácter de urgencia. Da la sensación de que el Parlamento adopta medidas que coartan las libertades para que se nos deje seguir reuniéndonos. Eso desencanta a los demócratas y facilita terreno a los golpistas».