Una ciencia inhumana
La noticia del aterrizaje del Columbia, con un final feliz, ha llenado de regocijo a todos los medios informativos del mundo. Es un gran paso en el progreso de la ciencia, en el avance del hombre hacia unos horizontes infinitos. Con el Columbia se han abierto las puertas para una explotación rentable del universo. ¿No es maravilloso? Dentro de unos años podremos tomarnos una cerveza en la Luna o pasar un fin de semana en Júpiter.Mientras, aquí abajo, en la Tierra (nuestra casa), hay millones, y millones, y millones de seres -personas- que mueren cada día. Niños de estómago hinchado, brazos esqueléticos y con sus ojos reflejando una melancolía infrahumana: la melancolía de esa muerte próxima que les está esperando.
Se han invertido cerca de 10.000 millones de dólares en el proyecto Columbia. Diez mil millones de dólares que podrían alimentar ciudades enteras durante mucho tiempo, que podría exterminar el hambre del mundo. Sin embargo, se supone que es mucho más rentable mandar a las estrellas un pedazo de hierro cuya única finalidad, tarde o temprano, será la misma de siempre: poder controlar el mundo, poder lanzar bombas desde el espacio con la precisión matemática de las computadoras; poder exterminar no el hambre, sino a nosotros mismos, por mero capricho.
Y llega un momento en que una pregunta, una duda eterna, asalta nuestros pensamientos: realmente, ¿para qué sirve la ciencia?, ¿qué sentido tiene?/
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.