Preguntas nucleares
El pasado día 30 de marzo, Televisión Española emitió por la segunda cadena, y dentro de su programa Opinión pública, un espacio dedicado a la energía nuclear, en el que intervenían, por un lado Manuel López Rodríguez, Juan Basabé y Manuel Valero Bermejo, siendo el primero miembro de la Junta de Energía Nuclear, y los dos segundos cualificados representantes del sector eléctrico privado, y por otro, Pedro Costa Morata y yo, militantes antinucleares.El hecho no tendría en sí más repercusiones si dejásemos a un lado los sucesos ocurridos desde la fecha de grabación (mediados de febrero) hasta su emisión en el día citado, y que, en segundo lugar, la emisión del programa «coincidiese» con la inauguración oficial de la central nuclear de Almaraz, en Extremadura.
Y es que, y a pesar de nuestra cada vez más ilimitada capacidad de asombro, uno no puede dejar de preguntarse el sentido de determinados hechos. Y así resulta que mientras se emite un programa de discusión pretendidamente abierta y democrática se encuentra uno con una perfecta y adecuada simbiosis entre la Administración y el sector eléctrico privado. Y no sólo eso, lo cual ya sería materia de un limitado escándalo, sino que parece ser que el tema energético se considera definitivamente zanjado y uno se encuentra saliendo estéticamente favorecido en Televisión, mientras que resulta evidente que, por otro lado, alguien prefiere la nuclearización a la estética y la imposición al diálogo.
Los antinucleares nos creemos en la defensa de una reivindicación y de un estado de cosas justo, pero tampoco podemos poner la mano en el fuego acerca de todos y cada uno de los postulados que defendemos, entre, otras cosas porque no tenemos ni los medios financieros de las compañías eléctricas ni la complicidad del aparato estatal, y nuestra ocupación sobre estos temas se produce después de nuestra jornada de trabajo o estudio.
¿Qué sucede con las irregularidades administrativas de bastantes de las centrales con autorización definitiva? ¿El Consejo de Seguridad Nuclear -contestado por la oposición- va a responder a los intereses generales de la sociedad o su actividad es una mera limpieza de fachada de la actividad de las compañías eléctricas privadas? ¿Alguien va a dar una salida satisfactoria al tema de Lemóniz, o la solución se piensa que va a estar en la militarización evidente de la propia instalación y su entorno y en el hurto de la soberana decisión de todo un pueblo? ¿El Gobierno y la oposición van a seguir buscando votos, o quizá se van a plantear una racionalización del consumo energético y un ajuste eficaz de nuestras necesidades a los distintos sistemas de producción?/ Miembro de la Comisión de Energía de AEPDEN-AT.
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