Voto negativo del PNV y abstención del PCE en la ley reguladora de los estados de alarma, excepción y sitio

Con la abstención comunista y el voto en contra del PNV, el Pleno del Congreso aprobó ayer el conjunto del proyecto de ley orgánica que regula los estados de alarma, excepción y sitio, tras la profunda modificación introducida en lo relativo al estado de sitio. Santiago Carrillo justificó la abstención de su grupo en algunas discrepancias de detalle y en la actitud gubernamental al excluir a los comunistas de la política de concertación y adoptar iniciativas legislativas restrictivas de las libertades, coronada con el anuncio de la aceleración del ingreso de España en la OTAN.

Tras la aprobación de conjunto de la ley orgánica de Defensa de la Constitución (véase texto íntegro en EL PAIS de ayer), por 277 votos a favor, cinco en contra y cinco abstenciones, se sometió a votación global la ley orgánica que regula los estados de alarma, excepción y sitio, que acababa de debatirse y que, como la anterior, requería mayoría absoluta, es decir, un mínimo de 176 votos. El proyecto obtuvo 255 votos favorables, seis en contra y veintisiete abstenciones.Por el grupo comunista, Santiago Carrillo explicó la abstención de su grupo, tras reconocer que apreciaban la actitud de UCD, que había permitido importantes mejoras en el texto. Sin embargo, los comunistas siguen descontentos por la movilización del personal de las empresas y la intervención de éstas durante la vigencia del estado de alarma, así como por el ámbito territorial del estado de excepción y su duración como competencias gubernamentales, en lugar de quedar atribuidas al Congreso.

Asimismo, el líder comunista no ocultó el descontento de su grupo por haber ofrecido al Gobierno Calvo Sotelo su colaboración para estabilizar la situación política y no haber encontrado ofrecimientos de concertación. En cambio, denunció las iniciativas de proyectos urgentes que conllevan peligros de restricción de las libertades y ofrecen la impresión de que «esta Cámara está acoquinada por el golpe del 23. de febrero. Y para colmo», añadió, « nos enteramos de que entramos en la OTAN, a pesar de que el ministro de Asuntos Exteriores aseguró que previamente se estudiaría en el Parlamento esta decisión».

Santiago Carrillo concluyó manifestando que «parece que se prima a los golpistas y terroristas y se desmoraliza a quienes queremos contribuir al desarrollo democrático».

Por el PNV, Marcos Vizcaya explicó el voto negativo de su grupo por el rechazo de las enmiendas que pretendía una mayor participación de las comunidades autónomas en las decisiones relativas a la declaración de los estados de alarma, excepción y sitio. Vizcaya declaró que este recelo hacia las comunidades autónomas, sobre todo en materia de orden público, era peligroso para la construcción del Estado de las autonomías diseñado por la propia Constitución.

El socialista Gregorio Peces-Barba explicó el voto favorable de su grupo e hizo una relación de las enmiendas socialistas aprobadas. Desmontó las reservas comunistas en los puntos concretos citados por Carrillo, por entender que carecían de justificación tras la modificación de la ley en lo que se refiere a la intervención parlamentaria para modificar la propuesta inicial del Gobierno. Puntualizó que el voto favorable no estaba vinculado a la política de concertación, con la que los socialistas no están conformes, y que, según dijo, no ha dado resultados importantes hasta el momento. Asimismo, expresó el rechazo socialista de la opinión del presidente del Gobierno sobre la próxima incorporación de España a la OTAN.

Por último, el centrista Lorenzo Olarte insistió en que no existe razón para la actitud comunista. Haciendo juegos de palabras, declaró que el «estado de sitio ha sido puesto en su justo sitio». Añadió que los centristas desean «que jamás llegue a aplicarse esta ley».

Al comienzo del debate sobre este proyecto de ley, el socialista Gregorio Peces-Barba anunció la reordenación del capítulo que regula el estado de sitio, como consecuencia de una propuesta socialista avalada por los grupos Centrista, Coalición Democrática y Minoría Catalana.

El comunista Jordi Solé Tura sugirió que se modificara la expresión «orden constitucional» por la de «ordenamiento constitucional» en el artículo 32, y en el número dos del mismo artículo la palabra «autorización» por la de «declaración». Los socialistas aceptaron estas propuestas y los cinco nuevos artículos reguladores del estado de sitio fueron aprobados por 267 votos favorables, uno en contra y diez abstenciones. Por último, la disposición derogatoria y la final obtuvieron 274 votos a favor, ninguno en contra y seis abstenciones.

La modificación sustancial entre el texto aprobado por la Comisión Constitucional y el resultante del Pleno de ayer no fue suficientemente explicado por los socialistas, a requerimiento de EL PAIS. El diputado Félix Pons, ponente y uno de los protagonistas de la elaboración del proyecto de ley, manifestó que la clave de la modificación introducida residía en las prisas con que se había redactado el dictamen de la Comisión y en el proceso profundo de reflexión interna de los socialistas.