Seminario internacional sobre los problemas de la mujer emigrante
«Educada un hombre y educaréis a un individuo. Educad a una mujer y educaréis a una familia. Educad a las mujeres y educaréis a una nación». En estos términos, Karin Anderssen, ministro de Asuntos Sociales de Suecia, realzó la necesidad de mejorar la condición de las mujeres migrantes y refugiadas, durante el desarrollo del seminario sobre «los problemas de la mujer migrante» (incluyendo a la mujer refugiada), organizado por el CIME (Comité Internacional de Migraciones Europeas), y que contó con la asistencia de unas 160 delegadas que representaron a Gobiernos y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.En sustancia, el seminario fue convocado en el convencimiento de que «reviste suma importancia otorgar a las mujeres un apoyo activo para dar un sentido a su vida, por cuanto sus deberes para con la familia y la sociedad son esenciales. Si la sociedad descuida a estas mujeres, ello podría tener repercusiones sobre la familia en su conjunto, especialmente sobre la segunda generación de migrantes».
Por primera vez, con la realización de este seminario, los problemas específicos de las mujeres migrantes y refugiadas, han sido objeto de detenidas deliberaciones y de intercambio de informaciones a escala internacional, entre personas procedentes de los cinco continentes, directamente interesadas por estos problemas. Para el examen detallado del tema se tomaron como base catorce documentos de trabajo preparados por expertos de Alemania Federal, España, Bélgica, Estados Unidos, Italia, Grecia, Holanda, Suiza, Suecia y Venezuela. Además se sometieron a análisis veintidós documentos de información procedentes de los Gobierno y las organizaciones internacionales. El Instituto Nacional de Emigración de España, que anunció su participación, se excusó finalmente aduciendo corno razón el estar en «plena reorganización».
Las conclusiones fundamentales del seminario han sido el reconocimiento del hecho de que las mujeres migrantes y refugiadas «son objeto de discriminación debido a su sexo como, asimismo, a su condicíón de tales», es decir, de migrantes y refugiadas. El seminario presentó conclusiones en las que se expone esta situación y se hacen recomendaciones destinadas a mejorar su condición.
Los participantes solicitaron de los Gobiernos que reafirmen y pongan en aplicación los principios y resoluciones adoptados por asambleas ínternacio nales que garantizan a las mujeres igual proctección ante la ley, asistencia médica en el plan general, y pidieron que se atienda de manera particular a las necesidades de las mujeres migrantes y refugiadas. Se recomendó igualmente que estas conclusiones y recomendaciones se apliquen en toda la medida de lo posible, tanto a las mujeres migrantes como a las personas desplazadas y a las que solicitan el beneficio del derecho de asilo.
Se insistió en la necesidad de utilizar de modo más amplio los grandes medios de informaciór para que la opinión pública sea más consciente de la contribución positiva que aportan las mujeres migrantes y refugiadas a la economía, a la cultura y a la sociedad del país de acogida.
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