El Gobierno de Euskadi, dispuesto a asumir el mando y las funciones de policía en el País Vasco

El Gabinete de Prensa del Gobierno vasco hizo pública ayer una nota oficial en la que manifiesta que el Gobierno autonómico está dispuesto a asumir el mando director y efectivo de la policía «si las fuerzas políticas estatales, que gratuitamente reclaman nuestras actuaciones ante la violencia, apoyan eficazmente esta disposición». El comunicado dice que, «con ocasión de los actos terroristas, en el clima generalizado de violencia que padece nuestro país se hacen con frecuencia sospechosas alusiones al Gobierno vasco» por parte de algunos partidos estatales, «dando a entender que este Gobierno no adopta todas las medidas a su alcance para combatir la violencia», y aclara «semejantes insinuaciones» con «toda energía».

La nota del Gobierno de Euskadi dice que, «hoy por hoy, todos los medios humanos y materiales (policía, servicios de información, armas, etcétera) están en mano . s exclusivas del Gobierno del Estado. A finales de 1981, el Gobierno vasco formará un primer contingente de policías (setecientos) para funciones especiales (custodia de instituciones, tráfico, etcétera), y progresivamente, en un plazo no inferior a cuatro años, contará con cuerpos policiales que puedan ocuparse de temas como la persecución de diversas actividades delictivas. Estos ritmos», sigue la nota, «vienen exigidos por los programas de formación indispensables, y que suponen un cumplimiento leal y abierto del Estatuto».«Consiguientemente», continúa el Gobierno vasco, «constituye una total deslealtad y una auténtica falacia oportunista dar la impresión de que el Gobierno vasco no reacciona con eficacia ante el terrorismo».

«Este Gobierno», dice el comunicado oficial del Gabinete de Vitoria, «no tiene el mando del actual aparato policial, pero manifiesta su disposición a asumir el mando directo y efectivo del mismo en Euskadi si los partidos estatales apoyan eficazmente esta disposición del Gobierno vasco. Consiguientemente, ellos. tienen la palabra si de verdad desean que el Gobierno vasco asuma responsabilidades auténticas en la lucha antiterrorista».

«Es igualmente oportunista y desleal», sigue el comunicado, «recabar del Gobierno vasco que impulse la reacción de los partidos y ciudadanos contra el terrorismo, porque cualquier observador es testigo de las continuas apelaciones que hace este Gobierno, desde su pura autoridad moral, a la concienciación y lucha contra la violencia. Pedir en abstracto al Gobierno la formación de frentes, impulsar colaboraciones de partidos, etcétera, es dar a entender que no se hace lo posible al respecto. Y el Gobierno ha pedido con toda rotundidad a los partidos que aúnen sus esfuerzos ante este problema en el Parlamento, plataforma democrática de las fuerzas representativas de Euskadi».

«El Gobierno vasco reacciona y reaccionará con la máxima energía contra la violencia», dice el último punto del comunicado, que reitera «dos aspectos básicos para luchar contra este azote de nuestro pueblo: ninguna medida será más eficaz para desarmar y aislar a los terroristas que la respuesta rápida y justa a las legítimas aspiraciones de autogobierno del pueblo vasco», en primer lugar; como segundo punto, el Gobierno vasco recuerda que no pueden resolverse todos los problemas en un día y reitera su decisión de responsabilizarse de la gestión policial en Euskadi.

«Grupos armados que ocultan sus auténticas intenciones desestabilizadoras», explica la nota en el primer aspecto, «logran el apoyo social con que todavía hoy cuentan a través de supuestas reivindicaciones nacionalistas que, según su explicación, no pueden alcanzarse en un grado mínimo por las vías democráticas pacíficas. Hay que dar un mentís rotundo a tal planteamiento, demostrando que las vías políticas sirven para atender las aspiraciones mayoritarias de Euskadi».

La nota del Gobierno de Euskadi termina diciendo: «El Gobierno del Estado y los partidos mayoritarios de ámbito estatal tienen, pues, la palabra y pueden decidir la dependencia efectiva del actual aparato policial del Gobierno vasco».