Asombro, alegría y miedo

La publicidad así lo anuncia «¡Entra en un espectáculo misterioso! ¡¡Cinco maravillosos demonios de carne, hueso y sueño te provocarán las emociones más profundas!! ». Por primera vez, a la salida de un espectáculo hay que plantearse que lo que se ha ofrecido supera cualquier imagen o frase lanzada con fines publicitarios y de acaparamiento de público.El Cirque Aligre, además de provocar las emociones más profundas, acumula en la totalidad de su público sensaciones que se amontonan y que de forma paralela van desde la estupefacción al asombro, de la fascinación al miedo, de la felicidad al delirio; todo ello a través de un gran viaje en el que, como único paisaje, la vista encuentra la sorpresa, la magia, la carcajada y el gran respeto que se termina sintiendo hacia esos cinco extraños seres surgidos del más fascinante libro de fantasía

Nuevas formas de expresión

En un momento en el que la vanguardia del teatro en todo el mundo está buscando nuevas formas de expresión en las que se renueve la perdida capacidad de fascinación del espectador, el Circo Aligre nos muestra todo un espectáculo en el que a lo largo de él se utilizan elementos y recursos de un primitivismo que habría que remontar a épocas anteriores al medievo.

El gran número que de forma continua van ofreciendo presenta varias lecturas y, entre otras cosas, allí se puede ir a disfrutar de un espectáculo circense. Los saltos y acrobacias de Paillete el aéreo, que arrancan gritos de admiración del público el trapecio de Clintille la magnífica, la sorprendente doma de ratas de cloaca a cargo de Branlotín la desesperanza, el manejo del fuego que surge de las manos de Igor el bello, y el dominio sobre los caballos que puede llegar a realizar Bartabas el furioso, el malo más malo que jamás había pisado la carpa de un circo. Ofrecen todos ellos un entrañable y sorprendente espectáculo. Con métodos rudimentarios enlazan las saltimbanquerías con el titeretismo, la profesionalidad con la burrada, los besos con los mordiscos, las sonrisas con los fuegos artificiales, las corridas de toros con los gritos, la ternura con la música, la agresividad con el sudor y los bravos y ovaciones de final del espectáculo con los tirones de pelo.

El alegre Circo Aligre abandonará Madrid el próximo domingo. Para los que han tenido oportunidad de admirarlo será una despedida triste; para los que tengan en cuenta el éxito obtenido por este grupo, la despedida debía ser, simplemente, un «hasta luego» cuyo cumplimiento todos agradecerán.