"Quietos o me disparo".
Willie C. Norman, un hombre de color que perpetró un robo en una joyería de Macon, en el Estado de Georgia, y disparó contra su propietario, fue acorralado por la policía y decidió colocarse su revólver entre las cejas para impedir su captura. Un miembro de la policía de Macon intentó persuadirle de que desistiera de su propósito y, tras cuarenta minutos de incertidumbre, Norman, finalmente se rindió.
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