Garaikoetxea reconoce la imposibilidad de referéndum sobre la central de Lemóniz

Ante la imposibilidad de que la consulta popular sobre Lemóniz se lleve a efecto, el presidente del Gobierno vasco insistió en la alternativa del «control colectivo» como instrumento de confianza permanente por parte de un pueblo que no se ha pronunciado mediante votación.

Carlos Garalkoetxea señaló ayer -en un acto de celebración del primer aniversario de su mandato- que existen dificultades en las negociaciones que están manteniendo los representantes de la Administración central y el Gabinete autónomo para concertar una salida airosa al conflicto de la central nuclear de Lemóniz. En el tema de la celebración de una consulta Popular -en el que insistía ayer el lendakari- y en el de control público, no hay «coincidencia de ópticas», según reconoció el propio presidente del Gobierno vasco.

Después de hacer especial hincapié en que las obras de Lemóniz deben proseguir a su ritmo actual, ya que una paralización no puede admitirse, «ni siquiera desde la óptica anti-Lemóniz más furibunda», Carlos Garaikoetxea admitió que las dos Administraciones mantenían enconados puntos de vista frente a la celebración de una consulta popular o de la concreción de un control público.