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Carrera de las empresas españolas para negociar créditos exteriores en monedas diferentes al dólar

En un claro y habilidoso esfuerzo por diversificar los riesgos, las empresas públicas y privadas españolas han emprendido una abierta carrera para buscar y concertar financiación exterior en monedas diferentes al eurodólar y el libor. El esfuerzo, por otro lado, no responde exclusivamente a un problema de riesgo, sino que pretende también aprovecharse al máximo del exceso de liquidez y facilidades en la negociación de algunos mercados, así como de los más bajos tipos de interés que existen en ellos.

Un primer ejemplo de esta política de diversificación de riesgos es el crédito que Renfe negocia en el mercado canadiense por un importe de 175 millones de dólares, y referido al prime rate canadiense. Aunque esta operación no es la primera que se realiza en dicha área, sí es la más significativa que se encuentra, en es los momentos, en el mercado, y hace suponer que, dada la facilidad burocrática y exceso de liquidez del mercado canadiense, no será la única.De hecho, el primer esfuerzo de diversificación de riesgo lo emprendió la operación del Reino de España por quinientos millones de dólares, en la que se buscó una fórmula alternativa de referencia al prime rate (tipo de interés preferente) norteamericano. La idea era que esta fórmula podría ser rentable a largo plazo en el caso -previsible en los meses en que se negoció la operación- de que los tipos de interés en Estados Unidos se vendrían abajo con una eventual normalización de la economía norteamericana.

Asimismo la segunda parte de la operación jumbo del Reino de España está siendo negociada, en una primera fase, en el mercado japonés. El Tesoro ha solicitado ya autorización al Gobierno japonés para poder emitir, con el Sumitomo Bank como agente, el equivalente en yens de doscientos millones de dólares en bonos del Estado español en el mercado japonés. La tercera fase del jumbo de España podría ser una operación muy similar a esta segunda, pero en los mercados británico o francés. El importe sería el equivalente a otros doscientos millones de dólares, para así completar el límite presupuestario de financiación exterior para 1981 del Estado.

El ICO, en Japón

Otra operación interesante, aunque todavía se encuentra en fase preliminar, es la del Instituto del Crédito Oficial. El ICO se encuentra gestionando un crédito grande en el mercado japonés, que se realizaría en yens y dólares norteamericanos. En estos momentos, esta operación mixta está detenida en espera de una clarificación de la política del Ministerio de Finanzas japonés con relación a la actuación de sus bancos en los mercados exteriores.Pese a este intento de diversificación, el ICO tiene planteada la posibilidad de negociar otro crédito menor en el área del eurodólar. El objetivo es completar con las dos operaciones el total máximo de endeudamiento exterior que contempla su plan de financiación exterior para 1981, y que asciende a unos 450 millones de dólares.

La salida del ICO, en cierto sentido, está pendiente del cierre de la operación de 350 millones del Instituto Nacional de Industria, que tras varias semanas en el mercado continúa sin agente. Sobre estas aparentes dificultades que atraviesa la operación existen versiones diferentes. Por un lado se señala que son los términos y condiciones tan restrictivos con los que el INI ha salido al mercado y que, según los bancos, no representa un gran negocio.

Por otro, el problema se sitúa en los rumores e intoxicaciones que existen estos días en el ambiente en torno a la creación del Ente Nacional de Hidrocarburos. Según algunas fuentes, el INI está capitalizando estos aparentes problemas que atraviesa su salida al euromercado para barrer en favor de sus tesis en torno a la creación del Ente de Hidrocarburos. El argumento se redondea señalando que si al INI se le priva de sus empresas petroleras, que son las más rentables, sus dificultades financieras se verían aumentadas. Lo cierto es que cualquier modificación en el activo del INI formaría una renegociación de sus obligaciones financieras pero la cosa no representa un gran problema, según esta segunda versión.

Mientras la importancia de la financiación exterior dentro de la inversión de la economía española crece cada mes -entre enero y febrero se han cerrado y firmado créditos por importe de 1.175 millones de dólares para las empresas españolas-, la revista Institutional Investor ha venido a confirmar en su último número que el rating (o nivel de crédito) de España en los mercados de capitales mundiales no ha bajado significativamente durante los últimos seis meses.

En su lista semestral sobre el crédito de cada país, España continúa figurando en el puesto número veintiséis, es decir, en el mismo en que se encontraba en la lista del pasado septiembre. Aunque no se han perdido puestos en la citada lista, España sí ha experimentado una baja de una décima de punto con relación al rating (70,3) que tenía hace seis meses. La variación con respecto al pasado año ha sido algo más acusada (tres décimas de punto), pero.conviene advertir que la República Federal de Alemania, por ejemplo, ha perdido dos puntos con relación al pasado año, pese a encontrarse en el tercer puesto de la lista.

La elaboración de la lista del Institutional Investor se hace en función de unos cuestionarios repartidos y recogidos entre los principales banqueros. En este sentido se considera la más fiable que existe en el mercado, superando incluso la de Euromoney, que se basa en unos cálculos sobre los spreads y volumen de actividad de cada país.

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